Para Carlos Andújar García (Villagonzalo, 11 de abril de 1989) resultó una agradable sorpresa hacer los dos tantos de la remontada del Cacereño ante el Vélez. Por encima de la mera estadística puntual, para un futbolista que se curra cada día su rol de jugador importante resultó una inyección de moral incuestionable comprobar que los problemas físicos que le atormentaron la pasada temporada habían pasado a la historia.

«El primer gol se lo dediqué a mi hija, Mia, y en el segundo me puse a correr para adelante y vi a Choche (José Ramón) viniendo a celebrarlo conmigo». Para alguien de su perfil humilde, resultaba especial ese festejo. Su trabajo diario había dado, por fin, resultados tangibles.

«El año pasado fueron cuatro lesiones musculares consecutivas. Yo creo que la primera vez que me lesioné no me curé bien», asume el extremo mientras su hija merienda. «Estamos en ello», agrega distendido. Es feliz este tipo que cumple su cuarta temporada en su segunda etapa en Cáceres. La anterior, en la temporada posterior al ascenso a Segunda B (la 2009-2010), no anotó tanto alguno. En las últimas campañas en Cáceres, en la media del primer año tampoco consiguió gol, en la siguiente ocho y en la última dos. Mucho antes, con el Algeciras, en Cartagonova, «sí hice dos goles». Esta ha sido la única vez que lo había logrado en Segunda B, pero él apenas lo recordaba, según dice.

«Ahora me encuentro muy bien, afortunadamente», dice Andújar, que no se conforma con salir desde el banquillo, como sucedió en Vélez. «Yo quiero jugar de principio, por supuesto», asegura el extremo, que dice que ha sido clave en su continuidad que Julio Cobos haya seguido al frente del equipo. «Tenía un año más de contrato, sí, pero si a mí no me quieren en un sitio yo no estoy, eso seguro», comenta con nitidez. Y es que Andújar hubiera visto normal que un jugador de su edad no hubiera renovado «si no hubiera tenido contrato y el entrenador hubiera sido otro. Normal que no me hubiera querido si hubiera visto que no hubiera jugado casi».

¿La mejor versión de Carlos Andújar fue la del Villanovense? «No lo sé, también en Arroyo no estuvo mal. En mi caso voy evolucionando y trato de estar lo mejor posible». Él sabe que lo importante en él es su estado físico. «No soy un media punta o un ‘10’ que puede dar un pase o hacer ese tipo de juego con unas características. Yo necesito ese físico, para los cambios de ritmo, para ir, para volver, para acelerar...». Y en ese camino está este año. «Toquemos madera», resalta.

Te puede interesar:

Maestro y con una oposición de maestro aprobada, Andújar no se autopresiona en cuanto a su futuro. «Yo voy a seguir viviendo el día a día y disfrutando del fútbol. No sé si me quedan siete o un año», asegura con su acreditada naturalidad.

En relación al equipo, dice que el ambiente es bueno, pero advierte que hay que marcarse primero un objetivo. «Nos confundiríamos si nos marcamos otro objetivo que no sea primero el de la permanencia. Una vez se consiga, pensaríamos en otras cosas». Carlos Andújar, palabra de futbolista.