Javi López, el futbolista anteriormente conocido como Javito, se detiene a pensar unos segundos. Medita la respuesta a la pregunta sobre la fecha de su último gol. Piensa. Escarba en su memoria. «No me acuerdo», reconoce, pero un instante después apunta a su último año en el filial del Huesca, equipo desde el que llegó al Cacereño en el verano del 2019. Ahora puede volver a actualizar esa fecha, porque el sábado fue el autor del gol que dio la victoria al conjunto verde en el duelo ante el filial del Cádiz, tercer triunfo de un curso que ha comenzado de forma impoluta.

Cumple Javi López (Huesca, 18 de diciembre de 1998) su tercera temporada en el Cacereño, un camino que no ha sido nada fácil. El primer curso, con apenas 21 años, le sirvió para asentarse. El segundo fue más difícil, ya que las lesiones apenas le permitieron jugar. Y en este, dice, vuelve a sentirse de nuevo un «jugador de fútbol». Aunque sea poco a poco. No jugó el primer partido. Salió desde el banquillo en el segundo. Y fue titular en el tercero. «Hacerse un hueco no va a ser fácil este año, tenemos muy buen equipo y hay mucha competencia, lo que siempre es bueno». 

Tranquilo, educado y siempre muy correcto, el jugador asegura que no hay nada especial en su cambio de nombre deportivo. Fue en la cantera del Huesca donde le apodaron Javito y cree que ya había llegado el momento de actualizarlo, «más que nada por poner el apellido, por darle protagonismo a mi padre». Sabe que la transición no será fácil. Muchos compañeros lo siguen llamando así, por el diminutivo, «aunque otros me dicen Javi, o Javier, hay de todo. Ya atiendo igual me llamen de una forma o de otra».

Hay un precedente en la plantilla del Cacereño, Carlos Andújar, Carlitos en sus inicios. «Lo sé», apunta Javi López, «yo a veces lo llamo Carlitos, otras Carlos o incluso Andújar». Sea como sea, su cambio de nombre deportivo no paso de lo anecdótico.

Lo importante pasa sobre el terreno de juego. Y ahí, está cumpliendo todo el equipo, aunque como Cobos, Javi López habla de mantener los pies en el suelo. La meta sigue siendo la misma, la permanencia, «y ahora estamos 9 puntos más cerca. Cuando se consiga, ya pensaremos en lo siguiente». Al contrario de lo que podía suceder la temporada pasada en Tercera, cuenta el oscense, el Cacereño «no debe tener la presión de estar arriba».

Este domingo juega el Cacereño su primer derbi de la temporada y lo hace ante el último rival de la campaña pasada, el Coria (Príncipe Felipe, 12.00 horas). «Va a ser un partido bonito, con buenos recuerdos. Espero que la afición se anime, porque con ellos somos más fuertes». Tras jugar contra los celestes, la siguiente jornada tendrán los verdes un nuevo derbi, en este caso ante el Don Benito.