Faltaba apenas media hora para que comenzara el partido y Carlos Ordóñez, presidente del Cacereño, ayudaba a uno de los operarios de la Federación Española con los últimos preparativos. El estadio lucía casi impoluto. Él mismo lleva más de un año preparándolo para que su equipo y su afición disfruten de un recinto acorde a la historia del club. Y para este duelo de la selección española femenina el recinto dio la talla. También la afición. Quizás se hubiera esperado una entrada mayor, pero los dos millares (2.044 según la organización) de seguidores que siguieron el partido en vivo dieron ambiente y colorido.  

El palco sí estaba a rebosar, con Luis Rubiales, presidente de la Federación Española de fútbol como ‘estrella’ más demandada por los aficionados, a los que saludaba minutos antes del encuentro. Le acompañaba el máximo dirigente de la extremeña y vicepresidente de la española, Pedro Rocha; el alcalde de Cáceres, Luis Salaya; varios concejales, alguno de ellos en la grada; el director general de Deportes de la Junta, Dan de Sande; el presidente del Cacereño... La ocasión lo merecía, era una cita histórica para Cáceres y Extremadura.

Autoridades presentes en el partido. SILVIA S.F.

Tati, delegada de campo

Muy representado estaba el Cacereño Femenino y toda su base del Femenino Cáceres, tanto en el campo, haciendo funciones de recogepelotas, como en la grada, con jugadoras animando. Y también su familiares, acostumbrados a dejarse la garganta un fin de semana tras otro como principales hinchas del fútbol femenino.

Sobre todas las figuras del Cacereño Femenino destaca Tati. La capitana y guardameta del equipo que lidera el grupo Sur de la Liga Reto Iberdrola ejercía de delegada de campo. Y junto a ella durante todo el partido la cuarta árbitra, la extremeño-aragonesa Marta Frías.  

Tati, delegada de campo, y Marta Frías, cuarta árbitra. SILVIA S.F.

Había ganas de pasárselo bien en la grada y se notaba en el murmullo de cada ocasión, no muchas, en la celebración de cada tanto, en cada cambio que hacía Jorge Vilda. 

Hasta el segundo gol no se escucharon los primeros gritos de «España, España!!!». Volvieron a escucharse otra vez casi al final, como animando a la selección a que se lanzara a por un gol más. Y por un segundo pareció funcionar. Pero solo eso, unos segundos, y el silencio volvió a reinar.

Lo que también se echaba en falta eran las banderas. Apenas una decena de enseñas rojigualdas, quizás dos, en toda la grada. Eso sí, había una de la ciudad de Cáceres, con el rojo, el blanco, el castillo y el dragón. Tampoco se contaban demasiadas bufandas.

Aficionada con un mensaje para Alexia Putellas. SILVIA S.F.

Pero con muchas o pocas banderas, con o sin bufandas, la gente se fue contenta y al final del duelo fueron muchos las seguidoras (destacaban por encima de los seguidores) que se acercaron a la entrada a los vestuarios para ver más de cerca a unas jugadoras cada vez más conocidas. 

Esas jugadoras habían estado una horas antes, por la mañana, en Mérida, visitando el teatro romano de la capital extremeña. Allí, Nuria Flores, Consejera de Cultura Turismo y Deporte de la Junta y Dan de Sande, Director General de Deportes, acompañaron a la delegación española, que dejó su selló en Extremadura.

Las jugadoras de la selección española en el teatro romano de Mérida. Fexfutbol