El Periódico Extremadura

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Fútbol sala

Pablo y Darío, el adiós de los eternos capitanes

Pablo Iglesias y Darío Torrecillas, históricos de Cáceres UEx y Navalmoral, respectivamente, dejan el fútbol sala

Pablo y Darío, en sus despedidas. Cáceres UEx / Miguel Camacho

Toda historia tiene un final y la de Pablo Jesús Iglesias Sánchez (Cáceres, 25 de mayo de 1988) y Darío Torrecillas Marcos (Navalmoral, 13 de julio de 1982), que han coincido muchas veces en las pista, converge en el epílogo. Ambos, eternos capitanes de Cáceres Universidad y Logista Parcel Navalmoral, respectivamente, han escrito ya el último episodio de su carrera deportiva. Los dos han decidido cerrar su trayectoria en las pistas coincidiendo con el fin de la temporada en la Segunda B de fútbol sala. El primero, Pablo, lo ha hecho dejando a su equipo en octava posición, el mejor de los extremeños en el grupo IV. El segundo, Darío, no ha tenido un final feliz. El conjunto moralo ha descendido, pero desde ya trabaja en volver a la tercera categoría del fútbol sala nacional.

«Me preguntaron muchas veces cómo realizaba tantos esfuerzos sin cobrar nada. Yo siempre respondí lo mismo: ‘Defender a Navalmoral es una obligación, viajar por España un privilegio, jugar con mis amigos una maravilla y estar con mi familia, un regalo’. Si lo pienso bien, he tenido el sueldo más alto del mundo», escribía Darío en su carta de despedida. No se entiende al Navalmoral sin él, en el que ha militado toda su carrera. «20 años llenos de alegrías, amigos, experiencias y, sobre todo, ilusión. 20 años defendiendo con orgullo el nombre de Navalmoral allá donde fuimos». Más de 400 partidos, más de 300 goles, toda una vida.

Pablo también ha estado en el Cáceres Universidad desde su origen, cuando era UEx Malpartida. Histórico del fútbol sala extremeño, de niño jugó en el campo grande en clubs como el Perú Once, el Veracruz o el San Francisco. A los 19 se pasó a la pista, al OID Cáceres, el Arroyo y el Casar, donde coincidió con el técnico Antonio Salguero, al que ligó desde entonces su trayectoria deportiva. 14 años juntos que ahora llegan a su final. Doctor en Ciencias del Deporte, tiene una consulta de fisioterapia/osteopatía que muy a menudo le impedía llegar a tiempo a los entrenamientos, aunque cuando lo hacía siempre daba el máximo. A su trabajo y su familia dedicará ahora su tiempo. «Solo nos queda agradecerle su entrega, su amor a unos colores y desearle la mejor de las suertes en su ámbito personal más allá del deporte», dicen desde su club, al que siempre llevará en el corazón.

Los dos, Pablo y Darío, cuelgan las zapas, pero su huella queda imborrable en sus clubs, un Cáceres Universidad y un Navalmoral donde ya los echan de menos. «Mucha suerte en la vida, capitanes».

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