«La Copa del Rey es una oportunidad para nosotros», asegura Dani Sales (Sevilla, 1998). Y lo dice el centrocampista del Diocesano por muchos motivos: por disfrutarla, por vivir un momento histórico en el club colegial, por la oportunidad de enfrentarse a un Primera (si se pasa de ronda el domingo ante el Zaragoza) y también porque le brinda una ocasión de oro para enterrar todas las dudas en liga, con cuatro derrotas consecutivas. «En el fútbol todo se ve muy negativo cuando se pierde, pero cuando ganemos todo volverá a la normalidad», añade el sevillano, seguro de que el conjunto rojillo es capaz de competir con cualquiera.
También con el Zaragoza, al que se enfrentarán el domingo en la primera ronda de Copa en uno de esos encuentros que quedarán para la historia del club. Será en el Municipal de Arroyo de la Luz, pero a pesar de eso Dani Sales está seguro de que contará con un respaldo mayoritario del público, un apoyo que reclama también para los partidos de liga. «Necesitamos su apoyo en Pinilla, porque son partidos de mucha rivalidad. En casa nos tenemos que hacer fuertes y cuanta más gente vaya, mejor».
Volviendo a la Copa, el sevillano no oculta la ilusión tanto personal como colectiva que se vive en el club estos días. Para él es el estreno en una competición que también juega por primera vez el Dioce. «Aunque el equipo siempre entrena bien, estos días se nota que es un partido diferente».
El Zaragoza llegará a Arroyo de la Luz con nuevo entrenador, Fran Escriba, con las riendas del equipo desde el lunes. Este «cambio de dinámica» hace que sean más impredecibles, pero para Dani Sales eso no importa. «Vamos a ir a muerte, ojalá se den bien las cosas». Y a un partido, recuerda que todo puede pasar. Ejemplos hay muchos en la Copa.
«Ellos no están acostumbrados a la hierba artificial ni a las medidas del campo. El Municipal de Arroyo es como el campo de Pinilla y esas son nuestras armas, que las tenemos que usar lo mejor posible». No es que esto iguale la eliminatoria (el Zaragoza está dos categorías por encima), pero sí sirve para equilibrarla un poco.
Dani Sales, estudiante de Nutrición y entrenador en las categorías inferiores del Diocesano, recuerda que ahora solo están atravesando una «dinámica negativa», algo muy habitual en el fútbol. Reconoce que el 3-0 en el derbi ante el Cacereño «no nos lo esperábamos» y que quizás desde entonces falte algo de confianza y fuerza mental para salir de esa situación. Son dos aspectos que se podrían borrar de un plumazo en la Copa del Rey con el Zaragoza como víctima. Es una competición especial y puede pasar de todo.
