Baloncesto. LEB Oro

Roberto Blanco, entrenador del Cáceres: "Hicimos el ridículo"

El técnico ve lógico que se le cuestione y dice que su equipo no estuvo "a la altura del escudo" del club ante el Juaristi

Lysander Bracey, con el balón ante el Juaristi.

Lysander Bracey, con el balón ante el Juaristi. / LORENZO CORDERO

José María Ortiz

José María Ortiz

«Hemos hecho el ridículo en nuestra casa y duele bastante». El entrenador del Cáceres Patrimonio de la Humanidad, Roberto Blanco, consideró que la sonrojante derrota el viernes de su equipo ante el colista, Juaristi (60-86), se cimentó en que el rival había tenido «más hambre, más ilusión, más motivación, más tranquilidad, más de todo», dijo sin tapujos. Al mismo tiempo, admitió que se le pueda cuestionar su continuidad por todo lo que está sucediendo, algo que él acepta en su condición de profesional. «Es normal. Estoy tocado y hundido, pero solamente me queda trabajar y que la gente siga creyendo en mi trabajo. Voy a intentar también levantar a los jugadores porque están pasando un momento duro ahí abajo. Somos responsables todos. Pero igual que estoy ahora abatido, mañana me voy a levantar para trabajar, que es lo único que sé hacer, para buscar soluciones e intentar ganar en Lleida y cambiar la mala imagen que hemos dado como equipo».

El duelo, incidió, «fue un cúmulo de despropósitos desde el segundo 1 hasta el minuto 40» y que «no hemos sido dignos de lle var este escudo y obviamente hay que salir con la cabeza levantada, pero teniendo en cuenta que hemos hecho daño a nuestra gente».

Blanco analizó que el encuentro comenzó como esperaba, «con tiros liberados y castigando con faltas al único pívot del rival, pero no somos capaces de parar al resto de jugadores. El equipo se cae en el momento en el que no es capaz de anotar, nos pesa la responsabilidad y estamos muy atenazados y empiezan los miedos: el miedo a perder, el miedo a fallar y este equipo hace algo realmente mal: intentar meterse en los partidos con el ataque uy ese no es el camino. Es lamentable la imagen del equipo en casa. Somos todos responsables, pero tenemos que dar una vuelta de tuerca a esto. Si no estamos capacitados para saber sufrir y levantarnos, vamos a tener muchos problemas. Nos han barrido, han sido infinitamente mejores. Ya veníamos avisando y nosotros no hemos estado a la altura de lo que el club propone con el ambiente».