Otra ocasión perdida del Cacereño Femenino

Las verdes no pasan del empate ante el colista, el Juan Grande, que se adelantó y pudo incluso ganar en la recta final

Incursión por la banda de Edna en la segunda parte.

Incursión por la banda de Edna en la segunda parte. / CARLA GRAW

2- Cacereño Femenino: Tatiana, Hitomi, Leivis, Mireia (min. 46, Edna), Ayaka, Castañeda (Santibáñez, min. 46), Manoly (min. 46, Midori), María Jesús (María Jesús, min. 46), Elsa Guerra (Akari, min. 46), Sonya Keefe, Nerea.

2 - Juan Grande: C. Recalde, Nayara (min. 70, Aguilar), Nuria, Alba S., Elisabet, Valeria (Deysy, min. 70), Raquel (Fanny, min. 27), Mar Rubio, Arysleyda, Cora, Anna (min. 15, Alba Q.).

Goles: 0-1: min. 10: Raquel. 1-1: min 33, Mireia. 1-2: min. 34, Mar Rubio. 2-2: min. 51, Elsa Guerra.

Árbitra: Andrea Fírvida Fernández, (Comité Aragonés). Amonestó con tarjeta amarilla a las a las locales Mireia, Sonya, Angie, Hitomi y Leivis, y a las visitantes Cora y Nuria.

Incidencias: 200 espectadores en los Campos Federativos Manuel Sánchez Delgado. 

Nueva oportunidad perdida de ponerse muy arriba para el Cacereño Femenino, que no pasó del empate ante el colista, el Juan Grande (2-2). El rival, pese a su clasificación, no fue en absoluto inferior a las extremeñas, que mostraron mucha menos chispa que en otras fases de la temporada.

El curso de las jugadoras de Ernesto Sánchez está siendo más que notable en esta nueva competición, surgida como grupo único justo por debajo de la máxima categoría, pero está teniendo el borrón de que no está sabiendo aprovechar las ocasiones que ha tenido para situarse en la cabeza. Su ciclo de dos puntos de los últimos nueve posibles ante Albacete, Córdoba y Juan Grande lo atestigua.

De haber ganado a las canarias, se hubiesen situado segundas en solitario, pero a efectos de la lucha por el único puesto de ascenso directo serían primeras, ya que el líder es el Barcelona B, que no puede subir por su condición de filial. Ahora habrá que seguir peleando dentro de una congestionada zona alta. Con las opciones intactas, pero la sensación fría dejada en la soleada matinal cacereña.

Nada fue rodado. En la alineación titular, Sánchez decidió dejar en el banquillo a la que seguramente sea su futbolista más determinante, Edna, a la que tuvo que recurrir cuando al descanso el resultado era de 1-2.

El Juan Grande se aferró a sus posibilidades de permanencia de un modo bravo. Atentísima a un error defensivo, Raquel, que poco después se retiró lesionada, puso el 0-1 cuando apenas habían transcurrido 10 minutos, un gol que se tardó en asimilar, aunque con el convencimiento de que quedaba mucho por delante. 

Mireia, en un córner y tras un cabezazo anterior al larguero, reestableció la igualada (min. 33), pero quedó claro que no era el día de mejor concentración de las cacereñas cuando apenas después del saque de centro, en un contraataque, Mar Rubio hacía subir el 1-2 con el que se llegó al intermedio. 

REVOLUCIÓN Y CONSECUENCIA

Que el técnico local hiciese tres cambios al descanso fue una indisimulada confesión de que se había equivocado eligiendo equipo inicial. Aparte de Edna salieron Midori y Santibáñez y el efecto fue inmediato. Primero Sonya Keefe se encontró de nuevo con el larguero y poco después era Elsa la que aprovechaba un balón perdido en el área para el 2-2.

Era el minuto 51 y la ola parecía positiva porque ese primer tramo de la segunda parte había tenido un absoluto color verde, refrendado esto por una clara ocasión de Edna en la siguiente jugada. Se preveía uno de esos acosos a la portería rival que terminan dando frutos en forma de goles, pero nada de eso se produjo.

Insospechadamente, el Juan Grande creció en el partido hasta el punto de que no solo evitó bastante decentemente que su portería se viese sitiada, sino que se permitió el lujo de atacar con insistencia y buscar de forma desinhibida los tres puntos. Una vez más se demostró que la mejor forma de defenderse es con el balón en los pies.

Sonya Keefe controla el balón.

Sonya Keefe controla el balón. / CARLA GRAW

El choque entró en un largo periodo en el que no hubo ocasiones claras, pero los diez últimos minutos fueron trepidantes. Por momentos la garra de Nerea pareció que iba a desequilibrar, con dos acercamientos muy diáfanos consecutivos, particularmente el primero, cuando un chut cruzado suyo salió fuera por poco. A continuación, Edna sufrió un problema muscular que dejó al Cacereño Femenino prácticamente con diez, ya que aunque se mantuvo en el campo apenas podía moverse. Fue el momento en el que el Juan Grande hasta fantaseó con la victoria: Alba Q. se encontró con el larguero en inmejorable posición y las locales hasta tuvieron que dar gracias al destino.

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