BALONCESTO. LIGA FEMENINA CHALLENGE

Ante las adversidades, mucha fe en el Al-Qázeres

El equipo cacereño fundamenta su clasificación para los ‘playoffs’ de ascenso en sus aciertos en la planificación, saber sobreponerse a lesiones graves, el acierto exterior y el progreso de sus pívots

Jesús Sánchez da instrucciones a las jugadoras del Al-Qázeres.

Jesús Sánchez da instrucciones a las jugadoras del Al-Qázeres. / SAMUEL FERNÁNDEZ

Javier Ortiz

Javier Ortiz

La clasificación matemática obtenida el pasado domingo para las eliminatorias de ascenso a la Liga Femenina confirma la notable temporada que está protagonizando el Alter Enersun Al-Qázeres Extremadura que dirige Jesús Sánchez. Entre el entrenador, en lo que es su segunda etapa en el cargo, y el grupo de trabajo de Ana Álvarez, en su estreno como presidenta, han sabido construir un equipo con mucho rigor táctico sobre el parquet y buen ambiente en el vestuario.

Estas son las claves de un proyecto que ha sabido sobreponerse a las dificultades del camino, afinando mucho la puntería al mercado. 

1. Calma ante las graves lesiones

Pocas veces ocurre que apenas empezada la campaña una plantilla pierde a dos de sus jugadoras principales por lesiones de máxima gravedad de rodilla. La base Laura Chahrour y la escolta Nedzla Kovacevic se rompieron el ligamento cruzado anterior y eso obligó a recomponerse, pero con tranquilidad, sin precipitarse a la hora de acudir al mercado. De hecho, en principio solo llegó la eslovaca Radka Stasova, a la que se unirían más adelante las hermanas Martínez, Stephanie y Camila, aunque esta última también se lesionó. Las tres se adaptaron a un trabajo complementario, con los roles estelares ya repartidos.

Atodo ello hay que sumar que hasta hace dos jornadas no se ha podido contar con la teórica cuarta pívot, la joven Mabel Galiana. Su regreso es otro ‘fichaje’ de cara a la recta final del curso.

2. Dúo terrorífico en el juego exterior

Las bajas de Chahrour y Kovacevic dejaron casi toda la responsabilidad en la anotación exterior a Kate Andersen y Celia García, que han respondido a la perfección, entendiéndose sobre la pista de forma casi inmejorable, sin eclipsarse mutuamente y sembrando el pánico en las defensas rivales. Están cuarta y la sexta en cuanto a media de puntos en la Liga Femenina Challenge (15,5 y 14,1, respectivamente), mejorando la expectativa inicial. La única experiencia europea de la norteamericana había sido en Portugal mientras que la vallisoletana no había sido ‘primera espada’ en el Celta.

Otras exteriores como la propia Stasova, la promesa extremeña Sira Hisado y Lucía Fontela --especialista defensiva-- se amoldan sin problemas al enorme protagonismo que sus dos compañeras absorben. 

3. El cambio de posición de Primm

La pasada temporada el Al-Qázeres se quedó en 11 victorias. Ahora ya lleva 14. Una de las pocas jugadoras que repite es Crystal Primm, que lo hace desde otra perspectiva: ha pasado de jugar de alero alto durante buena parte de los minutos a ejercer de ‘4’ titular, pese a su escasa estatura. Pero ha resultado un acierto, sacando partido de su fortaleza física en defensa y de su predisposición para rebote (8,2 por partido, quinta en la LF). Además, probablemente protagoniza la mejor noticia del año al no haberse reproducido la pericarditis que le impidió disputar los últimos partidos en la 2021-22.

En el juego interior la acompañan cumpliendo dos pívots en plena progresión. Particular es la de Gedna Capel, llamada a ser protagonista en el baloncesto español por sus condiciones, aunque en la segunda vuelta no esté luciendo tanto como en la primera. Y cada vez más consolidada está Sara Zaragoza, cuyo 1,96 de altura resulta por momentos --cuando se lo permiten faltas-- incontenible.

Mabel Galiana y Sara Zaragoza.

Mabel Galiana y Sara Zaragoza. / SAMUEL FERNANDEZ

4. Atraer al público, asignatura pendiente

Eso sí: no todo es de color de rosa en un Al-Qázeres que vivió épocas mejores con dos ascensos a la Liga Femenina y dos participaciones en la Copa de la Reina en la última década, poniendo de moda el basket de mujeres en la ciudad. Ahora no está siendo así y ha sido raro el partido en los últimos años en el que haya habido más de 200 espectadores en la grada. El mensaje de que este equipo merece la pena ser apoyado al máximo por los valores que está transmitiendo no ha calado todavía.

La idea del club es que seguramente es pronto para intentar regresar a la superélite por el esfuerzo económico que supone y que conviene este periodo de ‘entreguerras’ en el que es mejor que impere la prudencia. Y al mismo tiempo mira a la cantera para ver si consigue promocionar a más jugadoras como Hisado que puedan dar minutos de calidad.

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