Fútbol. Segunda Federación

Juan Marrero: «No descarto irme a entrenar fuera en el futuro»

El técnico cierra una etapa de tres años en Montijo con un ascenso y dos permanencias heroicas

Juan Marrero

Juan Marrero / UDM

Juan Marrero da carpetazo a su etapa en Montijo tras tres temporadas muy intensas que, felizmente para él y para el club, han acabado con los objetivos cumplidos, aunque con un desgaste colosal. Fuera de lo normal. «Lo de este año ha sido un sufrimiento indescriptible. El peor de mi carrera. Es un año donde no se puede contar todo. Lo importante era dejar al Montijo en la categoría. Y descansar».

Extenuado por una temporada llena de roces y vaivenes, tanto en lo deportivo como en lo extradeportivo, Marrero admite que necesita desconectar. Ha sido feliz en Montijo, pero el sufrimiento se ha prolongado hasta el último segundo. «Tengo que reconocer que se me pasó por la cabeza dejarlo en algún tramo de la temporada. Pero me duraba media hora. No sirvo para eso. Ha sido un tema personal. Cuando vienen años así, aprendes mucho».

No quiere entrar en detalles de su relación gastada con los propietarios del Montijo, pero es una evidencia que la cuerda andaba rota y que ha sido un auténtico milagro la permanencia. «Quizá ahora no se le da tanta importancia a la categoría. Seguramente cuando no se tenga es cuando se echará de menos», apunta. 

El hombre de los ocho ascensos en Extremadura confiesa que esta salvación ha sido casi más importante que todos los ascensos y que no rendirse ha sido clave para lograr la salvación. «En lo personal, este año sirve para saber reaccionar. Uno tiene que saber que siempre hay un objetivo y que, da igual que te critiquen o no. Todo depende de tu trabajo. No vale llorar, sino transformar todo lo que va llegando en motivación».

Futuro

Marrero acaba contrato y no seguirá en el Montijo. Entrenar fuera de Extremadura es algo que le seduce. «Ya tuve una oportunidad de hacerlo en Córdoba y me gustó. No descarto irme a entrenar fuera si no sale algo convincente. Quizá es un buen momento para intentarlo».

A sus 55 años, Marrero reconoce que ha evolucionado como entrenador en lo futbolístico, pero sobre todo, en lo personal. «Antes me metía en batallitas que no tenían lógica. Eso no vale para nada. Nadie tiene la verdad absoluta y hay que respetar todas las opiniones. He tenido algunos encontronazos en el pasado de los que me arrepiento. Es importante también para un entrenador saber aceptar errores».

Marrero se va de Montijo feliz por haber logrado todos los objetivos. En el partido ante el Diocesano, el Frente Rojillo desplegó una pancarta con un ‘Gracias Marrero’ en agradecimiento a esta etapa. El valenciano cierra otro capítulo, tal vez con más desgaste del imaginado, pero sabiendo que su carta de logros sigue intachable. 

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