Segunda Federación

Maikel, el delantero total

El ariete del Llerenense es, con siete goles, el tercer máximo realizador del grupo

Maikel, del Llerenense, forcejea con un rival en el derbi de hace dos jornadas ante el Cacereño.

Maikel, del Llerenense, forcejea con un rival en el derbi de hace dos jornadas ante el Cacereño. / EP

En el fútbol moderno que se dibuja en estos días comienza a estar en peligro de extinción el nueve puro. Ese delantero corpulento, no exento de movilidad, que sabe bajar balones de espalda a portería, incomodar continuamente a la defensa y, sobre todo, moverse como pez en el agua en el área, siendo altamente determinante. El llamado nueve total. Por eso, el equipo que lo tiene, dispone casi de un tesoro. Y eso mismo es lo que le ocurre al Llerenense con Maikel Villajos, un delantero total.

Maikel acumula ya temporada y media en Llerena. Natural de Porzuna, un pequeño pueblo de Ciudad Real, vive a sus 25 años su mejor versión desde que saliera de las canteras de Valladolid, Numancia, Getafe o Albacete. Lleva siete goles y es el tercer máximo realizador del grupo V de Segunda Federación. El año pasado, en Tercera, hizo 14, y muchos dudaron de si la categoría se le quedaría grande. “De momento estoy teniendo suerte. Incluso creo que podría llevar más goles”, adelanta el protagonista.

Lo cierto es que Maikel ha persistido para hacerse un nombre en el fútbol. Su idilio con el balón llegó a los 12 años en la Arandina. Se marchó al norte de España porque su padre trabajaba en la construcción y en Aranda de Duero se destapó como goleador en categorías infantiles. Lo investigó y fichó el Valladolid, donde también se salió. Y se lo llevó el Numancia para División de Honor. De ahí pasó al Getafe donde, durante muchos meses, dejó sentado en el banquillo a Hugo Duro, actual delantero del Valencia. Pero las malas rachas llevan a los delanteros al ostracismo. Volvió a su tierra y estuvo seis años en Tercera. El Llerenense llamó a su puerta durante la Navidad de 2021. Tenía un gran equipo y Luismi recién aterrizado. Pero estaba rozando el descenso. “Vi cómo estaban y dije: ni de coñas. Pero luego seguí su evolución y estuvieron a punto de ascender”. Luismi le volvió a llamar el verano siguiente. “Me explicó el proyecto y me gustó. Además, me dijo que había sido delantero y que me podía enseñar muchas cosas para crecer. Y así está siendo”.

Luismi Álvarez siempre comenta que Maikel le recuerda a él como delantero, “aunque siempre dice que él todavía era mejor” bromea Maikel. “La verdad es que me da mucha confianza y me hace sentirme muy a gusto en el campo”.

Arraigado

El jugador manchego es un llerenense más en el pueblo. Se enamoró de una joven de la localidad nada más llegar y está muy vinculado a la sociedad local. “La gente me quiere y me arropa. Siento mucho el cariño y me hacen sentirme muy bien”.

En lo futbolístico, está de dulce. Apenas ha notado el cambio de categoría y está repleto de confianza para definir dentro del área y para ejecutar penaltis. Su buena temporada hace pensar que le lleguen ofertas, aunque ahora mismo lo tiene claro: “ahora soy muy feliz en Llerena y, si llega una oferta, sería muy difícil que saliera”.

Sobre las posibilidades del equipo, Maikel prefiere soñar. “Desde hace unas semanas veo que podemos ganar en cualquier campo. En casa nos sentimos muy fuertes y fuera competimos cada vez mejor. No es que crea que podamos salvarnos, es que pienso que podemos, incluso, estar en playoff”. Palabra de killer.