El Al-Qázeres se cura las heridas en casa

El Alter Enersun Al-Qázeres Extremadura volvió a la senda del triunfo en la Liga Femenina Challenge con una victoria ante Talenom Boet Mataró que fue mucho más clara de lo que reflejó el marcador final (73-66).  

Más de un mes después volvía el Al-Qázeres para jugar en casa ante el colista, en lo que parecía un escenario ideal para curarse las heridas del correctivo sufrido en Estepona en el primer partido del año. Y así fue. El encuentro transcurrió plácido una vez que las jugadoras verdes se activaron, lo que sucedió tras unos minutos iniciales de cierta indolencia. De hecho, el segundo tiempo apenas tuvo historia y el equipo visitante solo se acercó en el marcador cuando todos tuvieron claro que la victoria estaba asegurada para las locales.

La sorpresa positiva se la llevaba Celia García, que recibió un homenaje de todos los asistentes, incluida su baloncestística familia, por sus 200 partidos en competición FEB. La negativa llegaba al comparecer Sira Hisado caminando ayudada por muletas por un esguince de tobillo que se produjo en el último entrenamiento de la semana.

Comenzó el partido más enchufado el cuadro catalán, con intenciones de demostrar que compite mejor contra los equipos de la parte alta de la clasificación, como demuestra el hecho de haber obtenido una de sus dos únicas victorias en cancha, precisamente, de Estepona. Y aunque Mataró llegaba de recibir una paliza del Leganés, en el final del año había mostrado cierta mejoría. Hasta 5 puntos de ventaja logró el equipo de Enric Cervera (2-7) en el arranque. Jesús Sánchez envió entonces el mensaje nítido de que había que defender mejor con la incorporación de Lucía Fontela y la doble pívot de Muadi más Capel. Funcionó, y de qué manera. Las locales consiguieron anular la anotación de Mataró que se quedó anclado en los 10 puntos durante el tramo final del primer cuarto y buena parte del segundo. 

Apisonadora local

La maquinaria interior del Al-Qázeres funcionaba entonces como una apisonadora y era suficiente para romper el partido con un parcial brutal de 27-2. Y, a pesar de que las exteriores apenas habían aportado anotación en la primera parte, la ventaja al descanso creció hasta una máxima de 22 puntos (38-16).

Tras la reanudación, el partido parecía sentenciado si no ocurría una debacle, que no llegó. Las ventajas se mantuvieron siempre rondando la veintena de puntos, lo que permitió a Jesús Sánchez incluso dar minutos a las canteranas convocadas y, sobre todo, probar diferentes direcciones de equipo para dar descanso a la joven Stephanie Martínez. Y es que, ante las lesiones de Laura Charhour y Sira Hisado, es la posición de base la que parece la pieza más delicada en una maquinaria poderosa y cuyo objetivo en el club parece que empieza a elevarse ya a más que solamente entrar en playoff.

El acercamiento final de Mataró, que tendrá que mejorar mucho si quiere salvar la categoría ganada esta temporada, redujo la ventaja de forma ficticia hasta los siete puntos, pero lo cierto es que la decimotercera victoria de la temporada del Al-Qázeres estaba anotada desde la primera parte.

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