Segunda Federación

Declarado el estado de alarma en Segunda Federación

Los cinco equipos extremeños se han metido de lleno en la parte baja de la clasificación y todos empiezan a fijarse el objetivo de la permanencia esta temporada

Viñuela celebrando uno de los goles del Cacereño del pasado domingo.

Viñuela celebrando uno de los goles del Cacereño del pasado domingo. / CP Cacereño

Al paso por la jornada 20 del campeonato ligero en el grupo V de Segunda Federación, queda declarado el estado de alarma para el fútbol extremeño. Todos están en peligro. Ninguno se salva. Y, por supuesto, ninguno está para pensar en otra cosa más allá que la permanencia. Justo en la temporada en la que todos vaticinábamos que habría mucho colorido extremeño por la parte alta, con equipos llamados a ser ‘cocos’ como Badajoz, Cacereño o Villanovense, es la temporada más paupérrima de todos. 

Todos están en peligro. Incluido el Villanovense, que parecía haber encontrado la regularidad que le faltaba este año, pero que se dio un trastazo inesperado en casa ante la Gimnástica Segoviana por su falta de puntería. Está siendo un año raro para los de Gus, que apenas han marcado 20 goles en 20 partidos. Especialmente difícil lo está siendo para algunos de sus delanteros, como es el caso de David Agudo, cuyo regreso se anunció como un seguro de gol y todavía no se ha estrenado en 17 encuentros. Otra vez el palo le tiró por la borda las mejores opciones. 

No pudieron celebrar con triunfo dos jugadores que cumplían cifras redondas como son Javi Sánchez y Samu Hurtado, homenajeados por hacer 250 y 100 partidos, respectivamente, con la elástica del Villanovense. 

El Villanovense tiene 26 puntos, los mismos que el Llerenense. Ambos, sólo un punto por encima del playout. Tercera derrota seguida de los de Luismi y, lo que es peor, tercer partido sin marcar. Tiene un pase perder en Soria ante el Numancia, pero empieza a preocupar la falta de punch para los de la Campiña Sur, que pese a hacer un gran año, ya ven cómo el agua empieza a llegar al cuello. 

Fuera del descenso, pero empatado con el Ursaria en playout está el Cacereño, que sigue sobreviviendo estoicamente en cada partido. Tremendamente irregular y con un caos continuo en cada encuentro. Poco a poco, se va sumergiendo en el fango de la parte baja y ve cómo se van los vagones de la parte delantera. No está para pensar en mucho más este Cacereño irreconocible de Julio Cobos. Lo mejor sigue siendo este año su afición, que no deja de acompañarlo en masa en cada partido y que se mantiene enganchado al ‘cacereñismo’ que se cultivó con fuerza la pasada temporada.

En verdadero peligro andan Badajoz y Montijo. El primero salvó los muebles en Guadalajara en los últimos minutos, pero en un análisis frío de la situación, lleva nueve encuentros sin ganar. Y eso, para un equipo hecho en teoría para el ascenso, es una calamidad.  

En torno al Nuevo Vivero siempre hay más ruido que buenas noticias. Como le ocurre al Cacereño, lo mejor es la masa social, que mantiene con pulso a una entidad carente de experiencia en la zona noble y que no está sabiendo reforzarse con calidad en el mercado invernal.

El Badajoz recibirá al Illescas el domingo y un décimo encuentro sin ganar podría enseñar la puerta de salida a Iñaki Alonso, al que se le estira el crédito, posiblemente, por la indecisión que hay en todos los estamentos del club. 

Y muy mal lo tiene el Montijo, que está a nueve puntos de la salvación y con una plantilla debilitada. Han desguarnecido la portería tras la lesión de Sergio Tienza y la venta de Dani Atanes. El debut de Alex Dos Santos no fue para nada esperanzador. Se le vio al portero falto de ritmo y de partidos y le cayeron cuatro goles, tres de ellos en un abrir y cerrar de ojos. 

No está el Montijo para concesiones, y menos en un partido ante un rival con el que se jugaba el golaveraje. Para postre, el árbitro expulsó a Emilio Tienza con roja directa y, al ser reincidente, es probable que le caigan hasa dos partidos. De momento, se perderá el derbi del próximo domingo ante el Villanovense en el Emilio Macarro. 

Semana de autocrítica, una más, en el fútbol extremeño de Segunda Federación. Una competición que está martirizando a nuestro fútbol este año.