El Llerenense apela a la magia del estadio Fernando Robina para medirse al Navalcarnero

El estadio Fernando Robina es la gran fortaleza del Llerenense esta temporada. Lo dicen sus rivales y lo sabe el propio club de la Campiña Sur, consciente de que la magia que se crea en el campo en cada partido como local empujar y mucho a sus jugadores. Eso es lo que busca repetir el Llerenense este sábado, a partir de las 16.00 horas, en el partido que le mide al Navalcarnero, un rival más que directo por lograr la permanencia esta temporada.

«Le estamos dando al partido la importancia que tiene. En el Fernando Robina, cada encuentro es una final. Y lo de este sábado lo es», advierte Luismi Álvarez, su entrenador, quien apela a la afición para que llene el estadio. 

Es el momento más delicado del Llerenense en el último año. Las tres derrotas consecutivas han dilapidado el colchón de puntos en el que dormía con comodidad el cuadro extremeño en la zona templada. Ahora, el abismo está a un punto, aunque el Navalcarnero, su rival, esté siete por debajo. Ganarle sería darle una estocada casi definitiva a otro rival por la salvación.

«Hemos tratado de cambiar la mentalidad y de trabajar diversas alternativas con balón que no estábamos haciendo. Siempre trasladamos un mensaje positivo, aunque está claro que el ánimo lo cambian los resultados» comenta el técnico.

Para el encuentro, Luismi ya dispone de sus dos últimos refuerzos para debutar como son el lateral Martín Salvador y el centrocampista Íñigo Celihueta. También está Víctor, que ya pudo debutar la pasada semana en Soria ante el Numancia. «Para equipos como nosotros este mercado invernal es una mierda» asiente el entrenador, «porque es muy difícil firmar. Con jugadores medio cerrados se presentan otros clubes y le dan más dinero. Hemos logrado lo mejor dentro de nuestras posibilidades».El Navalcarnero viene de ganar al Montijo (4-2). 

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