UPA-UCE Extremadura y la Unión de Consumidores de Extremadura (UCE) han pedido que se cumpla la Ley de Cadena Alimentaria y han rechazado la «especulación» en los precios de los alimentos, que perjudica tanto a los productores como a los consumidores.

Para ello, ambas organizaciones realizaron a finales de julio en la Plaza de España de Mérida un acto reivindicativo en el que repartieron bolsas con frutas para evidenciar la diferencia porcentual que existe entre el precio que recibe el agricultor y ganadero por sus productos y el que finalmente paga el consumidor.

Así, en el caso de la ciruela, es un 971 por ciento mayor el precio que paga el consumidor que el que recibe el producir, un 555 por ciento mayor para el melocotón o un 246 por ciento más para la ternera.

El secretario general de UPA-UCE Extremadura, Ignacio Huertas, dijo tanto los productores como los consumidores se han «cansado» ya de ser la «parte más débil» de la cadena alimentaria y ha anunciado que desarrollarán todas las acciones necesarias hasta que se acabe con esta situación «injusta».

De este modo, Huertas ha insistido en que la industria y la distribución siguen imponiendo los precios a los productores y consumidores, a lo que ha añadido que la subida de precios de los alimentos a los consumidores no ha repercutido en los precios que reciben los productores.

«Estamos viendo cómo unos cuando compran los productos los tienen a precios muy altos y otros, como nosotros, nos encontramos también con la situación de que cuando vendemos nuestras producciones nos pagan unos precios tan bajos que en muchas ocasiones ponen en peligro incluso la viabilidad de las propias explotaciones», ha lamentado.

De esta forma, en opinión del secretario general de UPA-UCE Extremadura el «principal problema» que es que no cumple la Ley de Cadena Alimentaria, por lo que ha pedido a las administraciones que «miren para el sector» y cumplan con su responsabilidad.

Así, la organización agraria ha reclamado, además del cumplimiento de dicha norma, crear un registro de contratos para controlar los contratos de venta de las producciones, crear un Observatorio de Precios en todas las comunidades y acabar con las «malas prácticas» de la industria, la distribución y los intermediarios.

Entre ellas, ha incluido que esta campaña fruticultores extremeños están teniendo un descuento importante de fruta al llevarla a algunas centrales hortofrutícola porque no se llega al calibre suficiente, aunque luego dicho producto que no se le ha pagado al agricultor está a la venta comercial en grandes superficies y con precios altos.