Los consumidores pagan por los productos naturales mucho más de lo que cuestan. Así lo desvelan los estudios realizados por la organización agraria UPA-UCE, que revelan que en estos momentos en Extremadura el margen de beneficios que los distribuidores están aplicando a frutas como el melón o la sandía alcanza el 700%. Además, los datos del año pasado señalan que la situación ha empeorado con respecto al año pasado.

El último informe elaborado por UPA-UCE sobre la diferencia de los precios en origen --lo que se paga a los agricultores-- y en destino --lo que pagan los consumidores-- fue presentado ayer en Mérida en un acto en el que también se presentó anuario agrario de la organización.

El secretario regional de UPA-UCE, Ignacio Huertas, destacó que a pesar de las reiteradas denuncias públicas que se han hecho "el abuso en los márgenes comerciales se sigue produciendo", lo que demuestra, a su juicio, que las medidas que se están adoptando "no funcionan". Por eso, reclamó a las Administraciones que impulsen nuevas iniciativas en este sentido.

POCOS GASTOS Lo cierto es que los datos hablan por sí solos, especialmente teniendo en cuenta que se trata de productos que no precisan de ningún tipo de transformación y cuyo único gasto consiste, por lo tanto, en el transporte.

De esta forma, un productor de sandía cobra 0,07 euros por cada kilo, mientras que el que acude a comprarla a una gran superficie debe pagar 1,59 euros por kilo. Esto supone un sobrecoste del 740%, que se repite en otras frutas como el melón (695%), el melocotón (445%) o la pera (337%).

La situación, lejos de mantenerse estable, ha empeorado con respecto al año pasado. Así, los agricultores extremeños reciben ahora menos dinero del que percibían el verano pasado por las sandías, los melones, las ciruelas, las nectarinas y los melocotones. Sin embargo, a día de hoy los consumidores pagan más por estos productos que hace doce meses.

CRISIS GANADERA Por otra parte, Huertas denunció la "grave crisis" que, según él, está sufriendo el sector ganadero. Una crisis provocada por la bajada de precios de las producciones unida al incremento del coste de los piensos para el ganado.

En esta línea, UPA-UCE estima que en lo que va de año el porcino ibérico, el ovino, el caprino y el vacuno acumulan en Extremadura pérdidas que rondan los 50 millones de euros.

Ante esta situación la organización agraria ha elaborado un plan estratégico de viabilidad para el sector ganadero, un documento que trasladará tanto al Ministerio de Agricultura como a la Junta de Extremadura. Entre otras cosas, en ese plan reclaman un aumento de la superficie destinada al cultivo de cereales, una reducción de la presión fiscal al sector, ayudas compensatorias, más control de las importaciones y una campaña de promoción y comercialización de gran escala.