El temor a la extensión de la lengua azul a explotaciones al norte de los focos ya detectados en Santa María de Nava, Pallares, Montemolín y Puebla del Maestre ha llevado a los ganaderos de la zona a fumigar las explotaciones y a las ovejas para evitar la enfermedad. Así lo confirmó ayer el alcalde de Montemolín, Juan Elías Megías, quien explicó que el propio ayuntamiento, tras una reunión con los ganaderos, está colaborando en la fumigación con Neocidol 60, un repelente para ahuyentar al mosquito que transmite el mal. Igualmente, en el entorno de Fuente de Cantos otras fuentes señalaron que se ha disparado la demanda de Parasitex, producto de similares características.

Además, los veterinarios están aconsejando que se aleje a las ovejas de las charcas y barrancos, por ser las zonas donde actúa el mosquito. Mientras, ganaderos de Monesterio y Fuente de Cantos han mostrado su temor a que la enfermedad llegue a sus explotaciones. En todo caso, lo que sí confirmó el veterinario de la zona donde se ha constatado la existencia de animales enfermos, Carmelo Domínguez, es que en Santa María hay otras dos fincas afectadas y donde habrían muerto alrededor de una treintena de animales, que se sumarían a los 500 muertos en los días anteriores.

Por su parte, el alcalde de Montemolín apuntó que ha mantenido una conversación con el director de Producción Agraria, Juan Carlos Antequera, quien le comunicó que la Junta está valorando las subvenciones que se darán. Megías matizó también que no ha acusado a la Junta de pasividad y achacó el modo en que se reprodujeron sus palabras a un malentendido.

Desde la Junta, el consejero de Agricultura, Juan María Vázquez, negó ayer que se haya tratado "con ocultismo" el problema. Vázquez confirmó que hay 350 animales que se sospecha que han muerto por la lengua azul, y aseguró que, de confirmarse, los propietarios serán indemnizados con una ayuda "cercana al valor real del animal, es decir, que no van a tener pérdidas". Sin embargo, fuentes del sector indicaron que las ayudas cubren el valor del animal en carne, pero no el valor productivo de una oveja reproductora, que es mucho más alto.

Por otro lado Vázquez, insistió en pedir "tranquilidad", alegando que "la lengua azul irremediablemente entra, pero tenemos una sanidad animal capaz de garantizar que no tendrá dimensiones anormales". El consejero señaló que con casi 4 millones de cabezas de ovino en Extremadura "unos cientos o unos miles de muertes no suponen ningún problema". Estas palabras no convencieron al PP, cuyo portavoz de Agricultura, Diego Sánchez, acusó a la Junta de "incompetencia" y de no poner medidas preventivas, sino esperar "a que el daño esté hecho".

Mientras, el director general de Ganadería del Ministerio de Agricultura, Carlos Escribano, aseguró en Zafra que este problema debe ser abordado coordinadamente entre España y Portugal" y agregó que la lengua azul, junto con el precio de los cereales "son los problemas más importantes en la ganadería". Por su parte, Antequera, también presente en Zafra, destacó que la línea de actuación pasa por vacunar a los animales y destacó que la Feria Ganadera contará con un plan especial para evitar que se vea afectada por el brote.

En cuanto a las organizaciones agrarias, APAG explicó que la lengua azul se suma a la crisis por la caída de precios y pidió que la UE dé otra clasificación a esta enfermedad que evite las fuertes restricciones que se imponen ahora a las explotaciones. Mientras, UPA reclamó transparencia a la hora de abordar la crisis y reclamó que se agilicen las indemnizaciones.