Para muchos, los veranos son sinónimo de vacaciones y diversión. Para otros muchos, no. Entre estos últimos, se encuentran los becarios, estudiantes en prácticas y voluntarios. Para ellos, el estío significa trabajo, aprendizaje y, por qué no, algunas dosis de diversión.

Estos jóvenes sacrifican sus momentos de ocio buscando ganar experiencia laboral, aprender a desenvolverse en un entorno profesional real y descubrir aquello que las aulas no les aportan.

Becarios y voluntarios de hoy, y aquellos que lo fueron en el pasado descubren a los lectores sus impresiones de aquella etapa de formación laboral. Todos coinciden en asegurar que ese periodo de trabajo resultó fundamental para su proceso de aprendizaje.