La Asociación de Centros de Educación Infantil y Guarderías de Extremadura exigen a la Consejería de Educación que reabra los centros infantiles públicos «para que todos podamos ayudar a las familias extremeña a conciliar en los momentos difíciles». Así se lo han trasladado al secretario general de Educación, en una reunión que hoy repetirán con el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara.

La asociación, que aglutina a la mayoría de las guarderías privadas de la región que de momento no han abierto sus puertas, critica que la consejería deje en manos de cada escuela infantil privada la decisión de abrir o no en la fase 2 de la desescalada, ya que «los centros infantiles públicos los pagamos todos los extremeños y no entendemos que no se abran en una situación de extrema necesidad de conciliación para muchas familias si no existe ningún impedimento legal ni sanitario». Señalan que es ahora cuando las familias más necesitan reincorporarse al trabajo y no exponer a los abuelos.

Los centros que aglutinan esta asociación están dispuestos a volver a la actividad para ayudar a la conciliación pero «necesitamos saber qué es seguro para nuestros alumnos y nuestro profesorado, así cómo proceder de la manera más correcta para minimizar riesgos de contagios y que nuestros centros no estén expuestos a nuevos cierres». Señalan que si los centros públicos abriesen existirían protocolos sanitarios y legales adaptados a nuestros alumnos de 0 a 3 años. «Cosa que ahora no tenemos».

Por eso piden a la consejería que no se esconda detrás de la ambigüedad, que de ejemplo, que abra las escuelas infantiles públicas, que se dicte un protocolo específico de actuación y seguridad, para que ellos también puedan volver a la actividad de forma segura.

«No pueden pretender que las familias lleven a los niños a los centros infantiles privados cuando han dicho que ellos no abren por no poder mantener el distanciamiento social y las normas sanitarias. Si ellos, que son la Administración Pública no pueden, centros privados pequeños con menos medios y personal tampoco. A nosotros nos cuesta dinero tener nuestros centros cerrados, pero no abriremos por responsabilidad y por la salud de nuestras familias si no es seguro. Y esa es la sensación que transmiten desde la Consejería de Educación al no abrir sus centros infantiles».