“Aquí nadie ha conocido un incendio tan grande”. Así lo atestiguan a este diario vecinos de la comarca cuando recuerdan los últimos cien años. “Mi madre tiene 95 años y no ha visto nada igual”, relata a este diario un vecino de la localidad de Aldeanueva de la Vera, una de las localidades más cercanas a las llamas. Lo confirma su alcalde, Francisco Javier García. “Nunca ha habido nada igual”, asegura mientras añade que la sensación en la localidad en este momento es de “preocupación” y “tristeza”. “Es una pena que se pierda este paraíso”, lamenta en declaraciones a este rotativo. El fuego, que se declaró este jueves en la Sierra de Tormantos, una zona entre la Vera y el Jerte, permanece activo este sábado y en nivel 2 de peligrosidad y por el momento sin estabilizar, según apunta la consejería de Medio Ambiente. En la zona hay desplegados hasta 24 medios aéreos y más de 200 bomberos forestales, del Infoex, Ume y Sepei. El fuerte viento y el difícil acceso a la zona dificultan las labores de extinción del incendio, el más extenso ya que se ha producido en la comarca.

Por el momento las llamas no amenazan a las viviendas, en cualquier caso, este viernes ya se ha puesto en marcha un dispositivo para acondicionar un pabellón de Jaraíz de la Vera en el caso en el que haya que evacuar a las poblaciones más cercanas. En el caso de Aldeanueva, García asegura que se barajó la posibilidad por la densidad del humo pero finalmente se descartó. “Durante la noche era muy molesto”, ha puesto de manifiesto. Aunque de momento el pueblo no ha requerido la evacuación, el ayuntamiento ha lanzado esta misma mañana un bando para pedir a los vecinos que no usen el agua de la red para consumo porque se abastece de las gargantas cercanas al fuego.

Sobre este asunto se pronuncio también este sábado a este diario Antonio Muñoz, el alcalde de Garganta la Olla, otra localidad próxima . “Al pueblo es difícil que llegue porque está rodeado de fincas”, asegura mientras lanza un mensaje de tranquilidad. “Nadie peligra”. Precisa en cualquier caso que el pueblo amaneció con una columna de humo en el cielo y que sí se ha desalojado a un pastor con 400 cabras que se encontraban en el monte en el momento de las llamas. Con respecto a las pérdidas naturales, apunta que “son tremendas”. “No ha habido incendio que haya causado tanto desastre”, relata mientras compara el fuego que el año pasado afectó a la zona con el actual. “En 2019 se quemaron 250 hectáreas y el de este año triplica la cifra”. Cabe recordar que en 2016 hubo un incendio similar en la zona que afectó también a una superficie de monte y que también obligó a declarar el nivel 2 de peligrosidad. Un año antes, en Gata, otro incendio, el más extenso que ha sufrido el norte cacereño en las últimas décadas calcinó alrededor de 10.000 hectáreas. Hace mención, por último, a la hipótesis de que el fuego haya sido intencionado y añade que en el caso de existir un autor material, “lo tenía bien estudiado”. “El pasto seco ha sido como gasolina”, concluye.

Segundo incendio en menos de 24 horas

De manera paralela al incendio de la Vera y Jerte, bomberos trabajan en este momento en la extinción de otro fuego declarado en las Hurdes este viernes en la zona de Aldehuela, también de nivel 2 y que sí ha obligado a desalojar dos alquerías con 120 habitantes, Horcajo y Avellanar. En esa zona trabajan, según fuentes de la consejería de Medio Ambiente, 4 medios aéreos y un centenar de efectivos . Del total de vecinos que han sido desalojados, alrededor de 70 se encuentran en la residencia de estudiantes de Caminomorisco. Precisamente en el centro se encuentra José Luis Azabal, el alcalde de Pinofranqueado, localidad cercana a las llamas. El regidor detalla que en función de cómo evolucione a lo largo del día decidirán si los vecinos regresan a sus hogares o permanecen en el centro un día más hasta que se extingan las llamas. De momento, la estimación es que el fuego haya calcinado alrededor de 40 hectáreas.