«No queremos caer en la precipitación para no tener que dar marcha atrás y llegar en las mejores condiciones al 9 de mayo». Fueron las palabras este miércoles del consejero de Sanidad y Servicios Sociales, José María Vergeles, para explicar porqué la Junta no va a aplicar ninguna medida de flexibilización hasta esa fecha, justo cuando decae el Estado de Alarma y, con él, el toque de queda.

Sectores como la hostelería y el turismo habían pedido cierto oxígeno estos días, sobre todo mirando hacia este próximo fin de semana, pero desde Sanidad insisten en que, aunque la situación ha mejorado con respecto a la semana pasada, la opción es esperar un poco más para tener mejor controlado al virus.

Tres áreas con más riesgo

En este sentido Vergeles recordó que hay tres áreas de salud que continúan teniendo una alta incidencia (por encima de los 150 casos, el límite para pasar de riesgo medio a alto). Son la de Plasencia, Mérida y Llerena-Zafra.

Lo que sí se plantean, a partir de ese 9 de mayo, son medidas más permisivas -como ya adelantaron- enfocadas a los eventos como bodas, bautizos, comuniones, graduaciones universitarias y congresos, en los que se permitirá más aforo.

Dice el consejero que mantendrá reuniones con los sectores afectados para elaborar un plan y, en este sentido, quiso alabar la actitud de los hosteleros con respecto a la necesidad de tomar ciertas medidas: «La hostelería me ha conquistado», expresó.

En cuanto al turismo, Vergeles subrayó: «Hay una parte de la primavera que hemos perdido». Es, sin duda, la temporada alta en la región, aunque el objetivo marcado ahora es que también se venga de veraneo a la comunidad.

El consejero volvió a mencionar el llamado semáforo covid que se quiere poner en marcha tras ese 9 de mayo. Básicamente es establecer permisividades o restricciones en función del tipo de evento (de más o menos riesgo) y de la incidencia que haya en la zona en concreto. En el caso de Extremadura, desde el Ministerio de Sanidad se analizará el conjunto de la comunidad autónoma.