Primer paso hacia la gratuidad total de los libros de texto. Los colegios públicos y concertados de la región pondrán en marcha a partir del próximo curso un nuevo sistema de bancos de libros con el objetivo de que sus fondos vayan aumentando de forma progresiva y que «cada año los libros gratuitos lleguen a más alumnos que no tienen derecho a beca».

El germen es una propuesta de ley que Ciudadanos llevó a la Asamblea en 2019 para implantar la gratuidad universal de los libros de texto, pero después en el trámite de enmiendas parciales el PSOE rebajó las pretensiones iniciales y lo que finalmente se aprobó fue la Ley del Sistema de Préstamo de los Libros de Texto de Extremadura.  

La Consejería de Educación acaba de publicar el borrador del reglamento que vendrá a desarrollar este texto, que está en trámite de información pública previa para entrar en vigor ya el próximo curso tras los sucesivos retrasos en la tramitación parlamentaria debido a la pandemia (la propuesta de ley se debatió en noviembre de 2019, pero no se aprobó hasta un año después de forma definitiva).

No se contempla la gratuidad total, de forma que los cambios que se introducen respecto al sistema de becas actual es la promoción de los bancos de libros para reforzar el préstamo. Además, también se da cobertura al libro digital a través de la plataforma Escholarium. 

Según los datos facilitados por el departamento de Esther Gutiérrez, 76.000 familias extremeñas tienen reconocido el derecho a las becas de libros de texto (64.365 de la enseñanza pública y 11.557 de la concertada). Pero «desde hace varios cursos, gracias a los bancos de libros, en muchos colegios e institutos todo su alumnado disfruta ya de libros gratuitos». Con la nueva ley lo que se pretende es extender y formalizar esta práctica con unos criterios comunes y «transparentes».

El Diario Oficial de Extremadura (DOE) acaba de publicar la convocatoria para la adquisición de fondos con una dotación de siete millones de euros, de los que 949.612 se reservan a los colegios concertados. «Con estas convocatorias de ayudas para cada curso, cada centro educativo va aumentando su banco de libros, consiguiendo así que los libros gratuitos lleguen cada año a más alumnos que no tienen derecho a beca», afirma la consejería. 

Etapas obligatorias

Según se recoge en el borrador publicado, la nueva ley afecta a Primaria, ESO, FP básica y Educación Especial, si bien también abarca el segundo ciclo de Infantil, el primer ciclo de Primaria y alumnos con necesidades educativas especiales en lo que a material escolar se refiere. 

Los centros deberán solicitar su participación en el banco de libros y también las familias, para las que será voluntario adherirse. Podrán ser beneficiarios del préstamo todos los alumnos del centro en las etapas mencionadas, aunque se primará, por este orden, a las familias numerosas y aquellas cuya renta no supere los umbrales máximos computables para obtener beca (se especificarán anualmente en la orden de la convocatoria). Una vez cubiertas las necesidades de estos grupos, el material sobrante se podrá distribuir entre el resto del alumnado que lo haya solicitado, «por orden inverso a la magnitud de la renta familiar» y sin que con esto se le otorgue la condición de becario para los cursos sucesivos. 

Para la dotación de material a cada centro se le asignará mensualmente un importe por alumno adherido al sistema de préstamo, que variará en función de la etapa educativa y el coste real de los libros de uso más común en la misma. Cuando sea necesario comprar nuevo material, se hará a través de unos ‘cheques-libro’ que el centro dará a las familias para canjear en la librería u operador de su elección, sin que puedan ser gestionados por Ampas, asociaciones o el propio colegio. 

Para facilitar el funcionamiento y la organización del banco de libros será necesario descargar una aplicación informática que habilitará la consejería. El director del centro deberá además nombrar a un coordinador para supervisar su desarrollo. Para ello a la persona elegida se le asignarán dos horas lectivas «con la plantilla disponible y sin que implique un aumento de la misma».

Así funcionará el préstamo para las familias

  1. Renta familiar. El reparto de los libros entre los alumnos que hayan solicitado acogerse al sistema de préstamos debe atender primero a las familias numerosas y después a aquellas cuya renta no supere los umbrales máximos computables para obtener beca. Si una vez cubiertos estos grupos sobra material, se podrá distribuir entre el resto de alumnos, de menor a mayor renta. 
  2. Al menos cuatro años. Los libros no podrán ser sustituidos durante un periodo mínimo de cuatro cursos. Tampoco podrán contener apartados destinados al trabajo personal ni espacios para escribir o dibujar, excepto para los cursos de 1º y 2º de Primaria y alumnos con necesidades especiales, etapas donde sí se renovarán anualmente. 
  3. ''Bonos-libro'. Cuando sea necesario adquirir nuevo material para dotar al banco, los centros entregarán a las familias un ‘bono-libro’ para canjear en la librería de su elección, que después deberá remitir la factura al colegio. Estos cheques no podrán ser gestionados por Ampas, asociaciones o los propios centros docentes.
  4. Devolución. El alumnado que participe en el sistema de préstamos de libros debe entregar al centro educativo al final del curso todo el material en perfecto estado. En el caso de que se extravíe o deteriore, la familia deberá reponerlo de acuerdo con la normativa reguladora de la convivencia de los centros escolares.