Desde el Plan Estatal de Vivienda 2018-2021, recogido por la Junta de Extremadura, se llevaron a cabo ayudas al alquiler para jóvenes en municipios pequeños y para personas vulnerables. La presentación de solicitudes cerró en enero de este año. Sin embargo, se está preparando el nuevo Plan Estatal de Vivienda 2022-2025.
El pasado marzo, la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, ratificó la distribución territorial de más de 1.800 millones de euros para las ayudas destinadas al alquiler y compra de viviendas. Extremadura recibirá un total de 55.290.000 euros, 12 millones destinados al -aún en desarrollo- Bono de Alquiler Joven (hasta 250 euros al mes para personas entre 18 y 35 años con una vivienda alquilada) y 43 millones para el nuevo Plan Estatal de acceso a la vivienda.
A continuación, se explican algunos de los programas destinados a esta causa que recoge el Plan Estatal.
En primer lugar, hay ayudas para el disfrute de una vivienda en régimen de alquiler o de cesión de uso que cubren la mitad del importe de un alquiler general de hasta 600 euros al mes o de 300 euros la habitación. Debe ser la vivienda habitual del arrendatario. Por otro lado, pueden obtener un beneficio económico las víctimas de violencia de género, personas objeto de desahucio de su vivienda habitual, personas sin hogar y otras especialmente vulnerables.
Respecto a la juventud, los menores de 35 años (incluidos) pueden solicitar ayudas que cubren hasta el 60% del importe de un alquiler de 600€/mes o una habitación de 300€/mes. Este programa es compatible con el Bono Alquiler Joven. También, se dan ayudas de hasta el 60% del importe del alquiler para inmuebles que se encuentran en municipios menores de 10.000 habitantes. Pueden solicitarla personas menores de 36 años, con el objetivo de promover la estancia en zonas rurales, es decir, en la "España vacía". También podrán optar a subsidios para comprar viviendas en estos núcleos.
Incluso, se pueden beneficiar los arrendatarios con vulnerabilidad sobrevenida. La ayuda cubre hasta el 100% del importe del alquiler (máximo de 900 euros mensuales) y se centra en hogares con grandes pérdidas de ingresos. La unidad de convivencia debe presentar una reducción de sus ingresos netos superior al 20%, con un esfuerzo devenido para pagar el alquiler superior al 40% de sus ingresos.
