El Periódico Extremadura

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CAMBIO POLÍTICO EN EL AYUNTAMIENTO POR LA CRISIS SOCIAL Y ECONÓMICA QUE ATRAVIESA EL MUNICIPIO PACENSE

Alburquerque ya tiene nuevo alcalde

El independiente Manuel Gutiérrez asume el bastón de mando tras la moción de censura de Ipal y PSOE contra Murillo. La exalcaldesa habla de "traición" al electorado y recurrirá el pleno y la votación por "ilegítimos"

Alburquerque ya tiene nuevo alcalde

Alburquerque ya tiene nuevo alcalde SANTIAGO GARCIA VILLEGAS

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Alburquerque ya tiene nuevo alcalde Belén Castaño Chaparro

El independiente Manuel Gutiérrez Regalado es ya el nuevo alcalde de Alburquerque. La moción de censura presentada por su partido, Ipal, y el PSOE contra la hasta esta mañana alcaldesa del municipio, Marisa Murillo, salió adelante este martes en un pleno extraordinario en el que la tensión y la expectación se respiraron a partes iguales. «Aquí termina una manera oscura de hacer política y empieza una nueva forma de gestionar los asuntos municipales», ha prometido Gutiérrez tras recibir el bastón de mando. 

Su antecesora no lo ha escuchado, al menos de viva voz, pues una vez que concluyó la votación (7 votos a favor de la moción y 4 en contra, pues una concejala del equipo de gobierno saliente no asistió por motivos médicos), Murillo abandonó el salón de plenos, seguida por sus concejales y entre abucheos del público, que abarrotó la sala. No quiso hacer declaraciones a la prensa tras su abrupta salida y se refugió en el despacho de alcaldía antes de marcharse del palacio municipal.

BADAJOZ. PLENO MUNICIPAL EN EL AYUNTAMIENTO DE ALBURQUERQUE EN EL QUE HACEN UNA MOCION DE CENSURA A MARISA MURILLO Y NOMBRAB AL NUEVO ALCALDE, MANUEL GUTIERREZ, SANTIAGO GARCIA VILLEGAS

Los gritos de «¡fuera, fuera!» a la exalcaldesa contrastaron con los aplausos y vítores que recibió el flamante alcalde, quien, en un gesto simbólico, tras recibir el bastón de mando de manos del portavoz del PSOE, Juan Carlos Prieto, y alzarlo en señal de victoria, se lo cedió de nuevo para que lo sostuviera con él. Independientes y socialistas ratificaron su compromiso de trabajar como un gobierno «único y estable» para revertir la situación de crisis económica y social en la que está inmersa Alburquerque, con una deuda de unos 15 millones de euros (el triple de su presupuesto) y cerca de un centenar de empleados municipales a los que se les adeudan entre 11 y 13 nóminas (este martes, coincidiendo con la moción de censura, a algunos se les ingresó el sueldo de abril).

Gutiérrez, que ya avanzó que lo primero que hará el nuevo equipo de gobierno será encargar una auditoría para conocer el estado financiero real del consistorio, agradeció el apoyo recibido por los vecinos, del PP -que, aunque sin representación municipal, se puso a su disposición- y quiso mostrar su «reconocimiento total» a los trabajadores del ayuntamiento, «que sufrís en primera línea, junto a vuestras familias, esta desgraciada situación». El alcalde reconoció que los grandes cambios vienen acompañados de «temores y miedos», que ellos también sienten, lo que no ha impedido que den un paso al frente para salir «de este atolladero».

«No va a ser fácil ni agradable. No vamos a entrar como un elefante en una cacharrería ni tenemos recetas mágicas, pero sí prometemos poner todo nuestro empeño, energía e imaginación al servicio de nuestro pueblo», ha dicho Gutiérrez, consciente de que tienen por delante poco tiempo y aún menos presupuesto.

El nuevo equipo de gobierno se a realizar una «transición tranquila» para tratar de «poner orden» en el consistorio antes de las próximas elecciones municipales de 2023. Lo harán, según insistió el nuevo alcalde, bajo los principios de la tolerancia, la transparencia, la justicia, la igualdad y la libertad y contando con todos, «porque Alburquerque necesita la unión de todos los alburquerqueños», ha reclamado.

Gutiérrez ha asegurado que las puertas del ayuntamiento «se abrirán de par en par para que entre aire fresco» y ha llamado a la colaboración de administraciones, empresarios, asociaciones, colectivos y vecinos, sin distinción de signo político, para sumarse a este «ilusionante proyecto».

"Acto de fraude"

Frente al discurso optimista del vencedor, la exalcaldesa ha advertido de que existía la posibilidad de que el pleno extraordinario y la moción de censura fuesen declarados nulos por los tribunales, a los que ha recurrido al considerarlos «ilegítimos». Los motivos son que Prieto se presentó a las últimas elecciones junto a su equipo, que los dos concejales del PSOE que lo acompañan no han sido elegidos por el pueblo, sino designados por el partido, y porque se da el bastón de mando a Ipal, el grupo con menos representación en el ayuntamiento (4 concejales).  

«Esto es un acto de fraude y se va a recurrir», ha reiterado Murillo. Asimismo, ha asegurado que la moción de censura nace «del miedo» a Ángel Vadillo (exalcalde de Albuquerque que no concurrió a las elecciones de 2019 por estar inhabilitado por la justicia y que se incorporó como asesor al equipo de gobierno hace un año) contra quien, según dijo, «no tienen argumentos para enfrentarse en las urnas y que solo así pueden desbancar».

En su discurso Murillo ha hecho numerosas referencias a Vadillo, elogiando su labor al servicio de Alburquerque durante los últimos 30 años, lo que ha provocado que el público la interrumpiera en varias ocasiones con reproches por su férrea defensa del que muchos vecinos consideran «el alcalde en la sombra» y responsable de la delicada situación que atraviesa el municipio. Durante la intervención de la exalcaldesa, un grupo de trabajadores presentes en el pleno le han dado la espalda en señal de protesta.

Un grupo de trabajadores da la espalda a la exalcaldesa durante su intervención en el pleno en señal de protesta. SANTIAGO GARCIA VILLEGAS

Esperanza

«Tengo esperanza de que haya un cambio y sobre todo deseo que la unión que hay entre ellos (Ipal y PSOE) no se rompa, que trabajen juntos y para todos», confiaba Julia Rubio, empleada municipal durante 24 años, al finalizar el pleno. A ella y a su marido se les adeudan 10 nóminas y llevan dos años «viviendo de lo que nos deja la gente». 

Pepa Bozas, al frente de Personal en el ayuntamiento durante 22 años, fue despedida el pasado septiembre, cuando se encontraba de baja por enfermedad. «Hoy me he emocionado y este cambio supone para mí, como mínimo, esperanza. Como albuquerqueña agradezco el paso de valentía que han dado, porque les espera un camino muy difícil, y confío en que Albuquerque sea empática y entienda que hay mucho por solucionar, pero que no existen las varitas mágicas», pedía.

También Juan Pedro Pulido, el policía local que inició las protestas por los impagos a los trabajadores municipales hace ya más de un año y al que después se sumaron otros empleados públicos, se mostraba esperanzado. «Era un cambio necesario. Alburquerque estaba muerto y había que reanimarlo», defendía.

A las puertas del ayuntamiento se habilitó un amplio despliegue de la Guardia Civil ante la posibilidad de que se produjeran incidentes, pero no se han registrado. Entre quienes han asistido al pleno y los vecinos que se han congregado en el entorno del palacio municipal solo ha habido abrazos y más de un brindis con cerveza.

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