La época de peligro alto de incendios en Extremadura deja un balance de 223 fuegos y 10.400 hectáreas arrasadas, principalmente por la superficie afectada que dejaron los incendios de Ladrillar y Miravete en el mes de julio, y el de Gata de agosto; 7.000 hectáreas en conjunto. No es la campaña con más hectáreas afectadas, pero sí la que se ha desarrollado en condiciones más complicadas, según ha trasladado este viernes el director general de Política Forestal, Pedro Muñoz, tras el comité de dirección del Infoex en el que se ha hecho balance de la campaña de incendios entre el 23 de mayo y el 15 de octubre. Extremadura está en estos momentos ya en época de riesgo bajo de incendios.

"Extremadura ha salvado con buena nota la peor campaña de incendios de los últimos 25 años", ha señalado Muñoz, que lo ha atribuido al hecho de que han confluido "condiciones climáticas muy complicadas y un comportamiento térmico muy inusual". "Con esas condiciones lo que hemos intentado ha sido contener una mala dinámica a nivel incluso europeo", ha resaltado en referencia a las olas de incendios que se han sucedido durante todo el verano por el continente, en medio de temperaturas extremas.

A esas condiciones climáticas se unió también la dificultad por la simultaneidad de incendios "en una época muy concreta", ha recordado el director general. Hubo ocho días de julio (del 11 al 19 de julio) en los que se complicaron las circunstancias "con hasta 24 incendios, entre ellos dos de los más grandes en Ladrillar y Miravete". "En esos ocho días los medios aéreos volaron 750 horas cuando la media de una campaña son 1.000 horas", ha señalado sobre el pico de actividad que supusieron.

Durante la época de peligro alto el Infoex ha atendido en la región 484 incidencias (incluye conatos e incendios), de las que 223 han sido incendios forestales. En conjunto se han quemado 10.458 hectáreas, lo que duplica las cifras que se registraron en el mismo periodo en 2021 (5.200 hectáreas) y convierten al 2022 en el peor año desde 2015, cuando ardieron en conjunto 12.000 hectáreas. Ese fue el año del gran incendio de la sierra de Gata que dejó casi 8.000 hectáreas afectadas. En cuanto a la superficie afectada, se han quemado 4.742, hectáreas de superficie arbolada; 3.742 de matorral y 2.476, de pastos.

El balance definitivo sobre los grandes incendios del 2022 deja el de Ladrillar (en las Hurdes) como el más grande de este verano, con 3.241 hectáreas en Extremadura; seguido del de Miravete (2.750 hectáreas) que afectó al Parque Nacional de Monfragüe; y el de Gata, Villasbuenas de Gata, Torre de don Miguel, con 1.009 hectáreas quemadas. En todos estos territorios ya se está trabajando en la restauración, tras declararse el pasado mes de septiembre las zonas de actuación urgente.

El 55% de los incendios son provocados

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El 55% de los incendios han sido provocados derivados de prácticas agrícolas, 35% negligencias en el uso de maquinaria y 5% de rayos, entre ellos el de Ladrillar. El origen del de Miravete aún se está investigando, porque se sabe que partió de la carretera pero no se sabe cómo se originó, "si fue un coche que rozó y saltó una chispa", ha señalado Muñoz

En el comité de dirección del Infoex se ha hecho un balance positivo sobre el incremento de las declaraciones responsables a lo largo del último verano. Se han registrado 6.700 declaraciones responsables con riesgo de incendios, lo que suponen casi 3.000 más que en 2021. "Es una buena noticia porque nos dice la gente se va concienciando, y eso supone que a nosotros nos permite controlar los incendios y que la gente pone también los medios en estos casos", ha valorado el director general de Política Forestal.