La pandemia obligó a la reorganización de los hospitales. Se tuvieron que crear circuitos covid para separar a los pacientes infectados por el virus y evitar así más contagios. Y gran parte de la actividad quirúrgica se paralizó, afectando a los usuarios con otras patologías que tuvieron que aguardar aún más en la lista de espera. El coronavirus lo invadió todo y casi toda la actividad que se atendía en los centros sanitarios era a causa de esta infección, especialmente los primeros meses cuando los casos se multiplicaban en Extremadura, sobre todo en la provincia de Cáceres. Pero a medida que la incidencia ha ido disminuyendo, el protocolo ha ido igualmente cambiando; todavía quedan pautas, pero ya son mínimas.

Según explican desde la Consejería de Sanidad y Servicios Sociales de la Junta, el modus operandi actual se divide en tres supuestos. El primero se refiere a cuando se trata de actividad quirúrgica con anestesia local o sedación, un proceso en el que «no se realizará ningún tipo de pruebas». De manera que no influye que el paciente tenga covid y no lo sepa.

El segundo supuesto es para la actividad quirúrgica programada que pueda requerir anestesia general: «Se realizará un test de antígenos. En caso de ser positivo y si la intervención no es diferible (esto es, aplazable) se realizará en el quirófano habitual con las medidas de protección individual adecuadas. Si la intervención programada es diferible entonces se pospondrá».

El tercer supuesto es en relación a la actividad quirúrgica urgente que pueda requerir de anestesia general: «Se realizará un test de antígenos a ser posible antes de subir al quirófano, y en casos excepcionales en el propio quirófano si la emergencia así lo demanda. En caso de ser positivo la operación se realizará en el quirófano habitual con las medidas de protección individual adecuadas».

De este modo, el protocolo ahora mismo establece que ya solamente se aplazan las intervenciones programadas no urgentes y en las que el paciente necesita anestesia general.

El uso de mascarillas sigue siendo obligatorio dentro de los hospitales y en los centros de salud al considerarse zonas de riesgo.