«Extremadura está preparada para competir en la revolución verde y digital del siglo XXI. Hoy esta tierra se encuentra a la vanguardia para liderar la nueva realidad». «Extremadura no estuvo en la revolución industrial pero ahora lidera la revolución verde». «Esta comunidad llegó a la revolución industrial 150 años tarde, ahora llega antes que nadie a la nueva revolución». Son algunas de las frases que ha pronunciado el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, para evidenciar el gran convencimiento que existe de que la región va a vivir, por fin, un revulsivo en el mercado de trabajo. Ímpetu por repetirlo no falta.

Todas las miradas están puestas en los diversos proyectos que planean sobre la comunidad; unos van más avanzados que otros en cuanto a trámites y plazos, pero la realidad es que ninguno ha arrancado todavía. Por ahora, solo existen sobre plano.

La gigafactoría en Navalmoral de la Mata, la explotación de la mina de litio de Cañaveral, la fábrica de diamantes de Trujillo y la azucarera de Mérida son las principales iniciativas con las que Extremadura busca su propia industrialización.

Entre las cuatro suman alrededor de 2.000 puestos de nueva creación, más el empleo indirecto que se pueda generar en torno a estas infraestructuras que pretenden cambiar el panorama empresarial de la región.

De hecho, una de las principales quejas tanto desde los sindicatos como desde la patronal extremeña es la falta de trabajo en el sector industrial, donde hay opciones para personal con cualificación y donde los sueldos son más elevados.

Los datos de desempleo

Los últimos datos publicados por el Ministerio de Trabajo y Economía Social, correspondientes al mes de octubre, pintaban un panorama, en principio, positivo. Hay 2.670 personas menos en la lista del paro (la cifra total es de 84.737 extremeños desempleados), pero esa bajada se ha debido principalmente a los contratos fijos discontinuos, una fórmula que ha impuesto la reforma laboral para tratar de estabilizar el empleo. En esa situación, el trabajador no aparece en la lista del paro, pero tampoco cotiza, de manera que el número de inscritos en la Seguridad Social también cayó en octubre (una bajada de 1.094 afiliados). 

En Extremadura, la agricultura, la hostelería y el turismo son los sectores que tiran de la economía, y es precisamente en ellos donde abundan los fijos discontinuos por las propias características.

De ahí parte la necesidad de traer industria a la región para potenciar el mercado laboral.

‘Elysium City’

Menos en el caso de la azucarera, en el resto de proyectos el presidente de la Junta ha defendido que llevan el apellido ‘verde’, porque, entre otros motivos, usarán energías renovables. Ese es el argumento oficial.

Y hay otra iniciativa que no sería ‘verde’ en la que se habló de miles de empleos pero que permanece en el aire: Elysium City, el macroproyecto de ocio planteado en La Siberia, en el entorno de Castilblanco. La Junta creo una ley específica para facilitar la llegada de este complejo de ocio, la llamada LEGIO (Ley Extremeña de Grandes Instalaciones de Ocio). 

La promotora ha ido avanzando lentamente con los trámites y tiene tres años de plazo para urbanizar el terreno. Tras conocerse la sentencia de Isla de Valdecañas que obliga al derribo, a través de un comunicado los impulsores reiteraron su «compromiso firme» de seguir adelante asegurando que «en ningún caso se construye en zona ZEPA». Pero de momento las máquinas no han entrado en la zona.

La apuesta fuerte, sobre todo de cara a la próxima campaña electoral, son los cuatro proyectos citados. A continuación, los detalles de cada uno de ellos.

Reunión en Navalmoral sobre Envision. EL PERIÓDICO

La gran oportunidad: la gigafactoría de Navalmoral

En un principio se peleó por la primera gigafactoría, pero finalmente Volkswagen se llevó el macroproyecto a Sagunto, en la Comunidad Valenciana. Después apareció una segunda oportunidad, la multinacional china Envision puso sobre la mesa otra gigafactoría de baterías de litio con sede en Navalmoral de la Mata. El objetivo era optar a las ayudas del PERTE (Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica) lanzadas por el Gobierno para potenciar el vehículo eléctrico; de hecho desde la Junta de Extremadura expresaron gran convencimiento de que a la gigafactoría de Navalmoral le llegaría parte de ese dinero repartido. Pero no fue así; el principal argumento de descarte, la falta de asentamiento en el territorio. Ahora la vista está puesta en un segundo PERTE que ya ha anunciado el Gobierno y, sobre todo, en otras vías de financiación como los Incentivos Regionales. Envision ha confirmado que seguirá adelante con el proyecto siempre y cuando exista algún tipo de financiación pública a la macroplanta.

Cuando se cumplan estos requisitos, Extremadura albergará la segunda gigafactoría española de baterías para coches eléctricos, una planta que ocupará 200 hectáreas del polígono industrial Expacio Navalmoral. Para la primera fase se contempla una inversión de 800 millones de euros y la creación de mil empleos directos. La planta tendrá una capacidad de 10 GW escalables que se podrían ampliar a 30 en fases sucesivas (de 10 GW cada una), llegando a los 3.000 puestos de trabajo y los 2.000 millones de inversión. El proyecto está vinculado a las reservas de litio de la provincia de Cáceres. 

Trabajos en la zona de la mina de Cañaveral. Toni Gudiel

La mina de Cañaveral: la apuesta por el litio

La empresa Lithium Iberia está a la espera de obtener el permiso de explotación para iniciar los trabajos en la mina de litio de Cañaveral. La previsión era que en este año 2022 se cumpliera ese trámite y que en 2023 arrancara ya la actividad en la zona. Este proyecto estaría directamente relacionado con la gigafactoría de Navalmoral de la Mata a través de ese litio extraído, material fundamental para la futura macroplanta.

De este modo, Lithium Iberia prevé la creación de más de 400 puestos de trabajo directos en la mina y en la planta de beneficio del mineral (concentración e hidrometalurgia). A esto se suman los más de 1.200 empleos indirectos que se generarán y que supondrán un revulsivo en la zona.

De momento la empresa continúa trabajando en el desarrollo del proyecto y de los centros industriales vinculados a la extracción del litio para transformarlo en hidróxido de litio grado batería. 

La inversión de Lithium Iberia en total ronda los 340 millones, según las cifras que se manejan ahora. Hay 70 millones que se ingresarán principalmente en las arcas municipales, pero también en las autonómicas a través de distintos impuestos por los trabajos que se van a llevar a cabo allí durante tres décadas.

La zona de influencia del proyecto extractivo incluye fundamentalmente los términos municipales de Cañaveral y Holguera. En Cañaveral está el grueso del proyecto minero e industrial; en Holguera está prevista además la planta fotovoltaica que proporcionará energía a las instalaciones de Lithium Iberia para extraer y procesar el litio de Las Navas. 

Visita a los terrenos de la fábrica de diamantes. EL PERIÓDICO

La fábrica de diamantes de Trujillo: la «revolución verde»

Esta misma semana el alcalde de Trujillo ha manifestado que la fábrica de diamantes que se proyecta en la localidad cacereña iniciará los movimientos de tierra antes de final de año, o lo que es lo mismo, en menos de mes y medio. Si esto se cumple, supondrá un avance importante. El objetivo es que la factoría cuente con todas las autorizaciones necesarias que permitan el inicio de las obras en el primer trimestre del próximo 2023. 

Diamond Foundry, la firma promotora, invertirá 670 millones en esta planta que funcionará a través de un proceso hidroeléctrico, lo que supone, en un principio, cero emisiones.

La instalación se asentará en una fábrica de 30.000 metros cuadrados de superficie en la que se llevará a cabo la producción sintética de diamantes de grado semiconductor con el fin de abastecer la vertiente industrial; la misma estará alimentada por una planta de energía solar fotovoltaica, inicialmente, en el polígono industrial trujillano.

El proyecto tiene la pretensión de emplear de manera directa a alrededor de 300 extremeños, a los que se sumarán otros mil puestos de trabajo indirectos, relacionados, por ejemplo, con la construcción de la instalación.

Cabe destacar que la empresa estadounidense Diamond Foundry, que tiene como inversor al actor Leonardo DiCaprio, barajó diversas localizaciones entre las que se encontraba países como China o los Emiratos Árabes, sin embargo, finalmente, terminó decantándose por la región extremeña y concretamente por la localidad trujillana.

Maqueta de la azucarera. EL PERIÓDICO

La azucarera de Mérida: el macroproyecto árabe

Lo último que se conoce es que la promotora de la planta azucarera ha solicitado prorrogar la Declaración de Impacto Ambiental (DIA), ya que caducará el próximo mes de diciembre. El grupo Al Khaleej Sugar tenía previsto tomar esta decisión para poder seguir adelante con los trámites preceptivos para el desarrollo de este proyecto industrial en Expacio Mérida. Al respecto, el portavoz del Gobierno regional, Juan Antonio González, ha manifestado que la Consejería para la Transición Ecológica y Sostenibilidad ya está estudiando la propuesta. Si la mercantil cumple con todos los requisitos necesarios para que le sea concedida la prórroga de la DIA, esta se le dará «sin ningún problema, como se haría con cualquier otro proyecto».

Habría que recordar que Al Khaleej Sugar está a la espera de recibir una resolución por parte de Sepides, la Empresa Pública de Financiación Empresarial dependiente del Ministerio de Hacienda, para conocer si van a poder obtener fondos económicos a través de esta vía. 

La primera vez que se puso sobre el papel esta azucarera, en el verano de 2017, se planteó como el mayor proyecto industrial que había planeado sobre Extremadura en los últimos años. Una compañía de Emiratos Árabes estudiaba la apertura de una planta de producción de azúcar de remolacha en el parque empresarial Expacio Mérida, situado en las inmediaciones de la capital autonómica, donde ocuparía 59,3 hectáreas de las 207 totales. La factoría llevaría aparejada una inversión cercana a los 400 millones de euros y generaría 200 puestos de trabajo directos a los que habría que sumar el empleo indirecto creado en la agricultura y el sector del transporte.