La CEX alerta de los efectos «negativos» que tendría el cierre de la Central de Almaraz

El pasado miércoles, responsables de la Corporación Empresarial de Extremadura (CEX) visitaron la Central Nuclear de Almaraz, en cuyas instalaciones celebraron además su consejo de administración. Una visita en la que estuvo presente el consejero extremeño de Economía, Empleo y Transformación Digital, Guillermo Santamaría.

Durante su reunión, el consejo de la CEX aprobó un comunicado en el que solicita que «se ponderen las consecuencias negativas que podría tener el cierre de la central nuclear», tanto para los municipios de la zona como para el conjunto de la comunidad autónoma.

A juicio de esta sociedad, el plan de clausura del parque nuclear español previsto por parte del Ejecutivo central, «no se entiende, más aun cuando la energía nuclear es considerada como verde en la Unión Europea, y el propio Gobierno de España está defendiendo la utilización de las centrales nucleares en el seno de esta».

«En materia de empleo, la planta nuclear cuenta con 700 empleos directos y de calidad, de los que el 50% son titulados superiores, a los que se deben añadir los indirectos, lo que genera un impacto positivo para toda la zona», recuerda la CEX. 

En este sentido, la producción de energía sin generación de emisiones, la creación de empleo de calidad, el incremento de la renta de los municipios de su entorno o la fijación de población en ellos, son algunas de las cuestiones que se verían perjudicadas, en el caso de que esta planta dejase de generar electricidad, vaticina.

El cierre «sin contar con alternativas viables para la zona de Campo Arañuelo, sería un revés de gran importancia que afectaría al empleo, la economía y la demografía, sin contar otros elementos, como es el incremento de la emisión de los gases de efecto invernadero o el encarecimiento de la factura energética a nivel global», se arguye en la mencionada declaración.

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