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POLEMICA SOBRE EL DERECHO A MORIR

España registra al año unas 200 peticiones de eutanasia pasiva

 El Gobierno abrirá en el 2005 el debate antes de modificar el Código Penal En el 2003, 1.600 person

España registra al año unas 200 peticiones de eutanasia pasiva

Unos 200 enfermos terminales piden cada año en las unidades de cuidados paliativos de España que se acabe sin más dilación con su vida, pese a todas las atenciones y consuelos. En Extremadura no hay datos oficiales, pero un cálculo proporcional sobre el total de la población supondría que 5 de esos 200 casos en todo el país podrían corresponder a ciudadanos extremeños.

Otros 10.000 pacientes de cáncer o con enfermedades degenerativas manifiestan su deseo de que se ponga final a su largo y doloroso proceso. Estos cálculos del hasta hace unos meses presidente de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (SECPAL) , Antonio Pascual, no tienen en cuenta las opiniones, más favorables a la eutanasia, de las personas que al final de su vida no son atendidas en centros especializados.

La asociación Derecho a Morir Dignamente (DMD) considera cortos estos datos. "Los pacientes que desean la eutanasia sobrepasan los 20.000 en España. Cada día en los hospitales hay enfermos pidiéndola y se aplica cada semana", afirma la presidenta de DMD Galicia, Carmen Vázquez. Y, en sus domicilios, los enfermos reciben cócteles letales sedantes para provocar su muerte. "Es una realidad habitual, pero de la que nadie habla, porque en España es un delito y por ciertos prejuicios religiosos que no tienen ningún sentido", asegura Vázquez.

UNIDADES DEL DOLOR Los estudios indican que la voluntad de los enfermos es cambiante. Sólo una cuarta parte de los 100.000 enfermos terminales que cada año hay en España (el número de muertos rebasa los 360.000) son atendidos en unidades de dolor o centros de cuidados paliativos. Según la SECPAL, hay unos 250, "pero debería haber el doble y extenderse a otros enfermos. Actualmente el 90% de los atendidos son enfermos de cáncer", advierte Pascual.

En Extremadura, los equipos de cuidados paliativos del Servicio Extremeño de Salud funcionan en todas las áreas de salud de la comunidad. Quince médicos y quince enfermeros llevan a cabo su labor asistencial mediante asesoría al resto de profesionales y atención directa cuando es solicitada por los facultativos. Más de 1.600 pacientes fueron atendidos por estos equipos en la región durante el pasado año y otras 12.000 personas y familiares fueron asesorados e informados sobre este tipo de enfermedades.

La SECPAL decidió hace un año en un documento, como quiere legislar actualmente Francia y defienden la mayoría de los médicos, que antes de regular la eutanasia debe desarrollarse y aplicarse al máximo la medicina paliativa. "La gente pide no sufrir y eso puede conseguirse actualmente con el arsenal de fármacos existente. Acabar con el sufrimiento moral y la pérdida de ganas de vivir en determinadas condiciones es más difícil", explica Pascual.

NUEVA REGULACION En las unidades de cuidados paliativos, según sus responsables, los efectos secundarios de la medicación pasan a un segundo plano. Cuando el sufrimiento es extremo, se puede llegar hasta la sedación, una "desconexión farmacológica". Con ella se provoca un coma irreversible. Con esta solución, que se aplica en un 30% de los casos, el paciente ya no sufre y lo normal es que en poco tiempo fallezca.

El expresidente de la SECPAL reconoce que hay excepciones en las que los pacientes piden la eutanasia. "No habrá más remedio que regularla, escuchando a los pacientes y a la sociedad en general, con controles para impedir posibles abusos y la participación de comités de ética".

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