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Las consecuencias de la sequía Situación en España

Un tercio de España vive en un desierto

Un tercio de España vive en un desierto

Un tercio de la superficie española tiene un alto o muy alto riesgo de desertización, lo que afecta a 160.000 kilómetros cuadrados y a un total de 116 subcuencas hidrográficas, según datos del Ministerio de Medio Ambiente, que cataloga al 67% de la superficie española como zonas áridas o semiáridas. Ante esta situación, y en vista del año hidrológico tan seco que atraviesa el país, el ministerio trabaja en una serie de medidas para paliar los efectos de esa falta de agua en suelos ya de por sí secos.

El riesgo de desertización es muy alto en el 20,2% de Andalucía, el 0,52% del territorio aragonés, el 68,25% de Canarias, el 9,4% de Castilla-La Mancha, el 22,2% de Cataluña, el 48,2% de Murcia y el 55,3% de la Comunidad Valenciana. En el conjunto de España, el 67,1% de la superficie corresponde a zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas.

Por el contrario, el peligro es menor en Asturias, Galicia (en las que ese riesgo es nulo), Cantabria (el 0,28% del territorio presenta un riesgo bajo) y el País Vasco (el 6,69% del suelo tiene un riesgo medio).

En la actualidad la cuarta parte de las tierras del planeta están afectadas por la desertización, según el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).

Diversos factores

La desertización y la degradación del medio que conlleva ese proceso en España es consecuencia de factores tanto climáticos como humanos, y para mitigarlo el Gobierno planea actuaciones como la implantación de cubierta vegetal protectora y fijadora de suelos, que tolere las condiciones de aridez extrema, la escasez de agua y las tensiones derivadas del cambio climático.

Además, el ministerio emprenderá tratamientos adecuados a la cubierta vegetal protectora para garantizar su función, su estabilidad y su resistencia.

Entre las actuaciones para detener la desertización y evitar sus efectos, el Ministerio de Medio Ambiente trabaja en un Inventario Nacional de Erosión de Suelos para detectar los procesos de erosión y su evolución cada diez años; una Red de Estaciones Experimentales de Seguimiento y Evaluación de la Erosión que permitirá recibir información de los ciclos de erosión, hidrológico y de calidad del agua; y un Programa de Acción Nacional contra la Desertificación.

En este sentido, el inventario se realizará de forma continua y cíclica con una periodicidad de diez años y una precisión equivalente a una escala 1:50.000; mientras que la red de estaciones permitirá establecer un banco de información sobre el ciclo de erosión, hidrológico y de calidad del agua; y el programa nacional se integrará en la Convención de la Organización de Naciones Unidas (ONU) de Lucha contra la Desertización.

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