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Golpe terrorista Atentado en Madrid tras nueve meses de alto el fuego

ETA dinamita el actual proceso de paz con un coche bomba en Barajas

El presidente suspende el diálogo con la banda tras una explosión que causó dos desaparecidos.

ETA dinamitó el sábado el alto el fuego. Lo hizo con una carga de 100 a 200 kilos de explosivo colocada en una furgoneta en el aparcamiento de la Terminal 4 del aeropuerto de Barajas. La explosión provocó la desaparición de dos ecuatorianos, a quienes los bomberos continuaban buscando al cierre de esta edición. Además, resultaron heridas 19 personas, aunque todas ellas con lesiones leves, y los daños materiales obligaron a cerrar la T-4 durante cinco horas.

El atentado ocurrió a las nueve de la mañana y cogió por sorpresa a José Luis Rodríguez Zapatero, que la víspera lanzó un mensaje de optimismo sobre el proceso de paz. Pasadas las seis de la tarde, el presidente informó de que había "ordenado suspender" el diálogo con la banda. Todos los partidos condenaron la acción de ETA salvo la ilegalizada Batasuna.

SIN RUPTURA ETA avisó tres veces de que había colocado una bomba. Por primera vez en su historia, no había advertido antes de que se disponía a romper el alto el fuego. Primero llamó a la asistencia en carretera DYA, en San Sebastián; luego a los Bomberos de Madrid, y por último a 112 de la capital donostiarra. Lo hizo entre las 7.55 y las 8.30. La Policía buscó la furgoneta Renault Kangoo granate en el módulo D del aparcamiento de la T-4. Acordonaron la zona. La bomba explosionó a las nueve.

A partir de ese momento, comenzó el caos. El párking al completo se desplomó. 1.500 plazas de aparcamiento destruidas. Interior ordenó desalojar también la terminal, lo que obligó a miles de personas a pasar horas a la intemperie en las pistas. En total, unos 50.000 afectados. La T-4 recuperó su actividad a las 14.00 horas, pero Iberia acumuló retrasos todo el día.

El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, reveló pasada la una de la tarde que había un desaparecido, un ecuatoriano de 19 años --Diego Armando Estacio-- que dormitaba en su coche mientras su novia, Verónica, recogía a un familiar. Horas más tarde, se supo que otro cuatoriano, Carlos Alonso Palate, de 34 años, estaba en la misma situación. Ambos dormían en sus vehículos y no se enteraron del desalojo. La explosión ocasionó daños leves a 24 personas.

Rota la tregua por ETA y suspendidos los contactos por el Gobierno, ni Zapatero y Otegi dieron por finiquitado el proceso de paz. El presidente evitó repetir vaticinios tan arriesgados como el del viernes, cuando aventuró: "En un año estaremos mejor".

Hasta en tres ocasiones respondió a los periodistas que el atentado aleja las expectativas de paz abiertas tras el alto el fuego del 22 de marzo, porque incumple la condición de renunciar a la violencia.

Pero en ningún momento decretó el fin del proceso, e incluso dejó abierta la posibilidad de retomar los contactos si en el futuro los terroristas prueban su voluntad de dejar las armas. El proceso continúa, aunque con los contactos suspendidos.

MALESTAR DEL PP El jefe del Gobierno explicó todo esto a Mariano Rajoy en dos conversaciones telefónicas. Pero la ambigüedad de Zapatero disgustó al líder del PP, al que no le bastó que atendiera su exigencia de suspender el diálogo con ETA. Rajoy quiere una ruptura clara del proceso de paz. El resto de las fuerzas valoraron positivamente la reacción del Gobierno.

La preocupación por el futuro de Batasuna se reflejaba en el rostro de Otegi el sábado. El atentado y la ausencia de condena por parte de Batasuna complica aún más el futuro legal de la izquierda aberzale, que mantiene sus expectativas de concurrir a las municipales.

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