Zapatero responde que aplicará la ley y la persecución policial

El presidente del Gobierno respondió ayer a ETA que su reacción ante la ruptura del alto el fuego será la misma que la de otros ejecutivos: la "estricta" aplicación de la ley y la persecución policial de los etarras. Pese a centrar su declaración en ofrecer una imagen de firmeza contra la banda, José Luis Rodríguez Zapatero no aparcó su espíritu optimista y se mostró convencido de que "más temprano que tarde la sociedad española conquistará definitivamente la paz". "Me empeñaré en que esa paz se alcance cuanto antes", fueron sus últimas palabras.

El jefe del Ejecutivo compareció en el palacio de la Moncloa hacia las once menos cuarto de la mañana, después de analizar con la cúpula del Ejecutivo el comunicado de la banda. Zapatero leyó una declaración institucional, sin admitir preguntas, en la que destacó que ETA ha vuelto "a equivocarse" y emplazó al Partido Popular a respaldarle ante esta nueva amenaza. "Tengo la esperanza", señaló, de que ante el anuncio de la banda terrorista el respaldo de los grupos políticos "sea unánime". "Me esforzaré para lograrlo porque eso es lo que quiere la mayoría de los españoles", añadió.

Zapatero, que compareció acompañado por la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, y del ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, quiso dirigirse "singularmente" a los ciudadanos vascos, ante los que justificó su actuación durante la negociación: "He realizado todos los esfuerzos posibles para alcanzar la paz y abrir un marco de convivencia para todos, en el que pudiesen defenderse democráticamente todas las opciones y que supere todo enfrentamiento".

Después de esta explicación, volvió al mensaje de inflexibilidad hacia la banda. Así aseguró que el Gobierno, "con la fuerza de la ley y el Estado de derecho, pone y pondrá todos los medios para la defensa de la convivencia, de la libertad y de la seguridad". Asimismo, subrayó que "el camino de la paz" solo tiene un final: "el del abandono definitivo de las armas". Por último, el presidente reiteró que el "futuro de los vascos depende y dependerá de ellos mismos; nunca dependerá de la violencia".

EL PODER DE LAS PALABRAS El máximo responsable del Gobierno, que vestía traje oscuro y mostró un semblante serio, incluso usó expresiones más propias del ámbito poético. "La fuerza de la democracia y de la palabra siempre derrotará al delirio totalitario", señaló poco antes de finalizar su declaración.