El 20% de los fondos municipales proceden del sector inmobiliario
Impuestos, rentas y enajenación de suelo proporcionan a los ayuntamientos más de 120 millones de al año. Durante los tres últimos ejercicios con datos, estas partidas registraron un incremento de ca
Uno de cada cinco euros que entran en las arcas de los municipios extremeños proceden, de una u otra forma, del sector inmobiliario regional. La última liquidación de los presupuestos de las entidades locales hecha pública por el Ministerio de Economía y Hacienda, la del año 2004, vuelve a dejar a las claras que las ventas de suelo y los impuestos que gravan tanto la posesión como la construcción de viviendas constituyen un pilar básico dentro la financiación municipal española.
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Y la administración local extremeña no es una excepción: conforme a los datos de Hacienda, los ayuntamientos de la región ingresaron en ese ejercicio más de 122,1 millones de euros gracias a estas partidas, que en únicamente tres años --los transcurridos desde el 2001-- aumentaron su aportación casi un 29%.
Es más, si del total de los ingresos de las entidades locales se descuenta la parte proveniente del erario estatal --en Extremadura, solo los dos capítulos referidos a transferencias del Estado concentran un 30% del total--, el peso de la vivienda sería mucho mayor. En esta línea, un reciente estudio de Morgan Stanley sobre la coyuntura del mercado inmobiliario español lo sitúa en alrededor de un 70%. "Las autoridades locales tienen la llave de la tierra edificable. Para ellos se trata de un proceso muy lucrativo, pero en su propio interés está gestionarlo de manera muy gradual y sostenible", afirma.
MALA OPINION Así las cosas, no es de extrañar que una encuesta sobre la gestión municipal realizada por la consultora Investiga --antes Intergallup-- sitúe la gestión del urbanismo y el suelo como la política municipal menos apreciada por los españoles: un 63,9% de ellos la considera mala o muy mala. En la zona centro del país, en la que queda comprendida la provincia de Cáceres, la valoración con la que se puntúa apenas sí alcanza el aprobado --obtiene un cinco--, mientras que en la zona sur, en la que se incluye a Badajoz, la nota es algo mayor, un 6,1.
Los impuestos concentran la porción más sustanciosa de la financiación ligada a la vivienda. Esto es algo que, de manera indirecta, convierte a las recalificaciones también en un instrumento recaudador: cambiando la naturaleza de un terreno es posible aumentar la carga impositiva sobre él. Encabeza el ránking , de lejos, el IBI. Los extremeños pagaron en el 2004 más de setenta millones de euros por el valor de sus bienes inmuebles, rústicos y urbanos (el 58,4% de lo que suman todas estas partidas en conjunto). Otro impuesto directo, el que grava el incremento del valor de los terrenos de naturaleza urbana en el momento de su transmisión --plusvalía--, supone para los consistorios unos ingresos de unos siete millones y medio de euros.
Dentro de los impuestos indirectos aparece una tercera tasa relativa al negocio inmobiliario: el Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras, que es necesario desembolsar cuando cualquiera de estas actividades requieren una licencia municipal. Este capítulo reporta en la región 18,1 millones de euros.
Las dos últimas partidas ligadas a la construcción y a la vivienda son las relativas a las enajenaciones de terrenos --que proporcionan 17,6 millones de euros al conjunto de ayuntamientos extremeños-- y las rentas producidas por bienes inmuebles, por los que perciben 7,2 millones de euros más.