El semillero de ´toñospérez´ y de agentes turísticos

Nada más entrar en la sala de profesores, sobre la amplia mesa común, tres bandejas repletas de suculentos manjares invitan a despertar el apetito y delatan la esencia del lugar. Es el edificio donde se imparten los ciclos formativos de Hostelería y Turismo en el Instituto Universidad Laboral de Cáceres: desde Cocina y Servicio de Restaurante y bar, a Información turística, Alojamiento y Restauración. Cinco titulaciones que reúnen a una media de 25 alumnos por curso cada una. "Incluso hay lista de espera", apunta Cristina Ramírez, una de las profesoras.

Por los pasillos asoman los estudiantes. Futuros cocineros que se mueven entre las dos enormes cocinas que tiene el centro y que despertarían la envidia de muchos restaurantes; aprendices de camarero, barman o sommelier tras la barra de un bar tan real como los que hay en cada esquina de Cáceres; los guías turísticos y relaciones públicas que enseñarán los encantos de la región en los próximos años; o los próximos recepcionistas y encargados de lavandería o limpieza de los alojamientos hoteleros. Y es que en un espacio de no más de 200 metros, se reproduce con encanto una suite, un cuarto de baño y la habitación doble de un hotel, el mostrador de una oficina de turismo y la recepción de cualquier hostal o casa rural. E incluso en el salón que hace las veces de restaurante, ofrecen comidas al público en determinados días del año, y los viernes, los alumnos de turismo hacen de guías en la ciudad monumental. "El objetivo es que aprendan a través de situaciones reales que se van a encontrar cuando salgan al mercado laboral", indica la docente.

Y esa inversión en recursos materiales y formativos está logrando sus resultados, a tenor de lo que ven día a día. Porque según Cristina Ramírez: "Al tablón llegan continuas ofertas de trabajo o prácticas. Son sectores con mucha salida y vienen empresarios a buscar chavales, sobre todo cocineros".

Pero, ¿cuál es la clave? Al margen de las necesidades del creciente sector turístico, en la Universidad Laboral lo tienen claro: "A los empresarios les resuelve trabajo. Los ven cómo funcionan, cómo se desenvuelven y encima se ahorran tener que formarlos. De hecho, muchos terminan empleados donde hacen las prácticas. Y los que no, o encuentran trabajo o siguen estudiando".