Un banco que invierte en esperanza

Si hay entidades criticadas desde que estallara la crisis económica esas son las financieras. Los ciudadanos se quejan de que no facilitan préstamos o que pagan demasiados sin saber por qué (si no, que se lo pregunten a algunos vecinos de Puebla de Obando), y las empresas denuncian que llevan meses con el grifo cerrado . Sin embargo, hay un banco que sangra más que cualquier otro y desde que nacemos, pero cuyos beneficiarios no tienen suficiente dinero como para devolverle el favor. Es el Banco de Sangre de Extremadura que, desde Mérida, distribuye sangre por toda la región, por toda España y allá donde necesiten sus servicios.

El Banco de Sangre de Extremadura se pone en funcionamiento en noviembre del año 2002,con la finalidad de abastecer de sangre y hemoderivados a todos los hospitales de la región. En él trabajan hematólogos, médicos de familia, enfermeras, técnicos de laboratorio, administrativos, conductores y celadores, en unas instalaciones especialmente preparadas para la preparación, fraccionamiento, conservación y distribución de la sangre.

Una de las labores que realizan es extraer sangre del cordón umbilical en el momento del parto y utilizar las células madres de mayor calidad para trasplantes de médula ósea. No todos los cordones son válidos para este servicio, porque se necesitan muchas células madres y de buena calidad. "Cordones umbilicales tenemos muchos, pero preferimos utilizar solo uno de cada tres, sabiendo que ese es válido para la persona que necesite un trasplante", explica José María Brull, director del Banco de Sangre de Extremadura.

Una vez que esa sangre del cordón umbilical llega a estas instalaciones se filtra para limpiarla y separar los glóbulos blancos, los rojos y las plaquetas. Después de analizarla, aquella que sea de más calidad se envía en un plazo máximo de 48 horas a Barcelona, donde se almacena y se distribuye cuando sea necesario para atender un trasplante.

Esta entidad, que trabaja con tecnologías avanzadas, está ubicada en el hospital psiquiátrico de Mérida y espera contar allí en el plazo de dos años con un nuevo edificio.