Es uno de los fundamentos de la democracia representativa, pero a Mariano Rajoy le gusta decir que, si gana el 20-N, formará el Gobierno de los mejores, un Gobierno de competentes que tendrán como misión enderezar la economía. Sin entrar a dilucidar cómo deben ser los mejores, Rajoy explicó ayer que, entre los elegidos, incluirá a independientes, personas expertas en las áreas para las que serán elegidas sin ninguna trayectoria política.

Es una de las pocas pistas que dio en un encuentro informal con periodistas sobre lo que hará a partir del domingo, día en el que, según las encuestas, ganará con mayoría absoluta las elecciones. Alguno de los independientes en los que está pensando, lo más parecido a un tecnócrata, puede que ocupe la cartera de Economía. En más de una ocasión, varios de sus colaboradores han explicado que Rajoy tiene previsto elegir a una persona con reconocimiento internacional para que, cuando los socios europeos y los dirigentes de las instituciones económicas de todo el mundo escuchen su nombre, sepan quién es.

En las quinielas para este puesto que inevitablemente corren estos días aparece José Manuel González Páramo, representante español en el Banco Central Europeo. En esa charla de apenas 15 minutos con la prensa, Rajoy dijo que no iba a confirmar ni a desmentir el nombre. El líder del PP se ha empeñado en dejar bajo llave la lista de los que le acompañarán en el Gobierno, porque considera que es una falta de respeto dar por sentado el triunfo y por experiencia: en el 2004 perdió en el último minuto, y esta vez prefiere no descorchar el champán hasta el domingo por la noche.

CONTACTOS CON ZAPATERO Rajoy explicó que mantiene una relación muy fluida con José Luis Rodríguez Zapatero, con el que ha hablado durante la campaña sobre los últimos acontecimientos en Italia y Grecia. El presidente ha mimado esta relación con el líder de la oposición desde que anunció el adelanto de las elecciones, en julio. Un adelanto que Rajoy considera que ha beneficiado a España, porque le ha evitado seguir la senda de Italia.

Rajoy también confesó que no tiene ni idea de qué es el pacto fiscal que pide CiU.