«Mucha gente viene porque saben que me echaré unos cantes», asegura

El camarero de Mérida que sirve tostadas con fandangos

Una cervecería del Camino Viejo de Mirandilla capta la atención por ser el templo de los desayunos y el cante en directo

La regenta José Antonio Bermejo

El camarero, en su cervecería de Mérida.

El camarero, en su cervecería de Mérida. / EL PERIÓDICO

Un cantaor que trabaja de camarero. O un camarero que canta flamenco. José Antonio Bermejo (Mérida, 1995) siente pasión por ambos oficios. En horario de mañana sirve tostadas gigantescas y también fandangos, bulerías... Con el mismo arte hace lo uno y lo otro. Su fiel clientela lo sabe muy bien. Todo este espectáculo ocurre en la Cervecería Bermejo (situada en el Camino Viejo de Mirandilla, en la zona de El Peri).

Un lugar idóneo para echar algo al estómago con lo que arrancar la jornada no sólo por la calidad de sus productos y su buen servicio, sino por el amplio repertorio de cantes que posee Bermejo. «Somos un negocio familiar y nuestro fuerte son los desayunos. Disponemos de 15 tostadas diferentes, migas extremeñas y tortilla de patatas. Ricos panes de Puebla de la Calzada que están rellenos de calidad (jamón, aguacate, bacon, cachuela, queso fresco, huevo frito, tomate, atún, vegetales, mantequilla, mermelada...», explica el joven con una gran sonrisa.

Uno de sus manjares.

Uno de sus manjares. / EL PERIÓDICO

El negocio es un sencillo templo del buen yantar en el que su dueño ha aprovechado hasta el último rincón para poder colocar los premios que ha ido cosechando en su trayectoria profesional, también hay una guitarra, un cajón flamenco... «Mucha gente viene porque saben que me echaré unos cantes. Disfrutan de la comida y de un concierto en directo», manifiesta.

«Hoy por hoy, sigue dominando la tostada de jamón, pero desayunos con huevo salen cada vez más», asegura Bermejo a este periódico, el propietario de una cafetería en la capital extremeña que ya se ha convertido en viral. 

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