el dispositivo cuenta con un puesto de vigilancia, embarcación y ambulancia

Así trabajan los ángeles de la guarda de la playa de Mérida

Cinco profesionales de Cruz Roja vigilan el embalse emeritense de viernes a domingo

El coordinador, Demetrio Álvarez, recuerda que cualquier precaución «es poca»

El equipo de salvamento de Cruz Roja en una embarcación, en el embalse de Proserpina.

El equipo de salvamento de Cruz Roja en una embarcación, en el embalse de Proserpina. / El Periódico

Durante la época estival los socorristas asumen un destacado protagonismo en el embalse de Proserpina de Mérida. En ellos se centran las miradas, como ángeles de la guarda de los bañistas. ¿Cómo es su labor? En la playa de la capital extremeña son cinco profesionales, que vigilan viernes (18.00 a 20.00 horas), fines de semana y festivos (11.30 a 20.30 de la tarde) a decenas de personas.

Lo primero que hacen es abrir el puesto de vigilancia que cuenta con una embarcación y ambulancia y a partir de ahí cada uno, con los prismáticos en mano, realizan diferentes quehaceres. Pasean por las orillas y navegan con la lancha, sobre todo durante las horas en las que hay más bañistas. Esto les permite tener un mayor control del pantano y evitar incidentes o resolverlos lo más rápido posible.

Un socorrista en la playa de Mérida con los prismáticos.

Un socorrista en la playa de Mérida con los prismáticos. / EL PERIÓDICO

Para rescatar a los bañistas se sirven de flotadores, bollas... todo ello guardado en el puesto de vigilancia y en la embarcación, así como los distintos carteles de señalización, cuyo cumplimiento es muy relativo: «Hay de todo, pero siempre insistimos que cualquier precaución es poca a la hora de bañarse», apunta a este diario Demetrio Álvarez, coordinador del equipo de Cruz Roja.

Además, el puesto de vigilancia está provisto de un botiquín de primeros auxilios, dado que las picaduras y las heridas son bastante frecuentes entre los usuarios. «La principal labor del socorrista es la prevención y nosotros nos la aplicamos bastante para no tener dolores de cabeza. Intentamos evitar cosas cuando vemos un poco de peligro», cuenta. A pesar de su vigilancia, «eso no quita que los chavales puedan tirarse al agua en sitios donde existen piedras, por suerte, hasta el momento no ha pasado nada y el verano está siendo muy tranquilo», dice.

Puesto de vigilancia.

Puesto de vigilancia. / EL PERIÓDICO

Para comunicarse entre ellos y con el patrón Álvarez desde tierra, cada socorrista tiene su propio radio comunicador. Lo que uno de ellos señale a través de este aparato será escuchado por todo el equipo y también por los servicios de emergencia 112. En el puesto de primeros auxilios, que se puede considerar el centro de todo el equipo de salvamento, están dos Carlos (técnicos sanitarios), Antonio y Cristina (socorristas acuáticos). El Ayuntamiento de Mérida ha adjudicado este contrato del servicio de vigilancia a Cruz Roja. 

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