El alcalde de Navalmoral, Rafael Mateos, calificó ayer en una comparecencia pública las peticiones del barrio de La Chimenea, --entre las que se cuentan acerados nuevos, la sustitución de los actuales árboles y más plazas de aparcamientos-- como "incoherentes y extemporáneas".

Así, Mateos afirmó que había mantenido una reunión el domingo con los vecinos y que al día siguiente se "habían alcanzado la totalidad de los acuerdos y se están cumpliendo", por lo que no entendía la reivindicación de los vecinos "en los medios de comunicación, solicitando lo que ya se había conseguido".

Insistió en que eran "extemporáneas porque plantean la modificación de la urbanización que se está ejecutando según una licencia concedida correctamente". Afirmó que no pueden construirse más aparcamientos en la zona peatonal "porque la acera es el techo del subterráneo y sería un problema para la seguridad que estacionasen allí vehículos pesados". Sobre el párking público subterráneo dijo que tendría 15 nuevas plazas.

Mateos aprovechó la rueda de prensa para dar cuenta de los insultos y amenazas que algunos vecinos propiciaron al concejal de Seguridad Ciudadana, Santos Alemán, en la noche del jueves cuando acudió al barrio para mediar entre el vecindario. Según fuentes vecinales, no habían sido avisados de que dos calles serían cortadas al tráfico para ser asfaltadas. "No toleraré este comportamiento, pido a los que traspasaron la línea que se queden tranquilitos porque no aceptaré presiones de ningún tipo", concluyó Mateos.