Donde el dinero no llega, puede hacerlo la imaginación, pero muchas veces esta no es suficiente. Este es el caso de la delegación local de Cruz Roja. Esta Ong atraviesa un delicado momento desde que se quedara sin ambulancia. Desde entonces, ya habrá pasado más de un año y su presidente Eduardo Juliench sigue afrontando con una sonrisa cada uno de los contratiempos, que no son pocos. El último tener que suspender la cena de gala programada para el día 11 de septiembre porque "nadie a comprado la entrada".Es conocida por todos la situación económica que atraviesa Cruz Roja Navalmoral y que el dinero que recaudan va destinado a comprar un nuevo vehículo, por ese motivo no es justo que exijamos un buen servicio, que cada evento que se organice cuente con la actuación preventiva de los voluntarios, que se realice la teleasistencia a los mayores y todas aquellas iniciativas en las que Cruz Roja participa si desde el municipio no se aporta nada, si los vecinos no somos capaces de dar ayuda a los que nos ayudan.