A última hora del pasado viernes quedó abierto el acceso a Alzapiernas desde la calle Parras. El ayuntamiento ha construido una rampa que permite pasar a los impares de esta vía, aunque de momento solo será posible acceder al bar Esencia Extremeña y a un portal, ya que el resto de la calle continúa todavía en obras.

Los operarios trabajaron el viernes durante todo el día para que el acceso pudiera quedar abiertohoy. Lo hicieron ante la denuncia del propietario de Esencia Extremeña, Juan Manuel Fragoso, y que publicaba ayer este diario. El ayuntamiento le obligó a cerrar su negocio el pasado 5 de junio debido a que los trabajos iban a centrarse en el lateral de su establecimiento. El 15 de julio recibió una notificación en la que se le informaba de que todo estaría listo para el día 19 para que pudiera reabrir su bar. En cambio hasta ayer, 20 de junio, no pudo acceder a su local, un mes y medio después de que ordenaran su cierre.

Desde el ayuntamiento se anunció la apertura de esta parte de la calle: «Ya está abierto el acceso al bar La Esencia Extremeña, el bar de Alzapiernas. Aunque nunca compartí la conveniencia de esta obra, trabajamos para intentar devolver la normalidad a los negocios de la zona a la mayor brevedad posible. Seguimos», decía el alcalde, Luis Salaya, en su perfil de Facebook el viernes por la noche. Mensaje que también recalcó el portavoz y concejal de Fomento, Andrés Licerán, en la misma red social: «Aunque es una obra que ni promovimos ni estuvimos de acuerdo en su proyecto ni ejecución, hay que intentar que se termine cuanto antes para que acabe con las molestias a vecinos, vecinas, comerciantes, turistas,...», escribió el edil.

En cambio Juan Manuel Fragoso no podrá reanudar su actividad hasta el próximo jueves, según sus previsiones. Ayer estuvo durante todo el día limpiando el interior del establecimiento, que se ha llenado de polvo y suciedad debido a la obra que se ejecuta fuera. Y tendrá que reparar algunas deficiencias provocadas por los trabajos, como varias baldosas caídas en el cuarto de baño debido a las vibraciones de las máquinas.

Ayer se mostraba aliviado porque, al menos, ya puede entrar en su bar, aunque asegura que la apertura de este acceso no soluciona el problema. La obra de Alzapiernas continúa y a escasos metros de la puerta de su negocio hay unas vallas que delimitan con un agujero de varios metros en caída libre, donde se instalará la maquinaria que accionará las escaleras mecánicas; por lo que considera que el estado en el que se encuentra actualmente la calle resta seguridad a su negocio. Por esta razón exige, como el resto de comerciantes y hosteleros de la zona, que la actuación se agilice y termine cuanto antes.