La movilidad de los vehículos por calles y carreteras provoca la emisión de 166.000 toneladas de CO2 al año en Cáceres, según datos de 2017. Los coches generan casi la mitad de los gases de efecto invernadero del municipio: el 42%. El transporte es sin duda el sector más contaminante, según el inventario de emisiones elaborado por el Ayuntamiento de Cáceres dentro del Pacto de los Alcaldes sobre el Clima y la Energía, que pretende recortar un 40% todas las emisiones en 2030.

En segundo lugar se sitúa el sector residencial, es decir, las propias viviendas, ‘culpables’ del 21% de las emisiones (85.987 tn de CO2) por el uso de fuentes contaminantes para la calefacción, el agua caliente... Le sigue el sector terciario (comercio, educación, servicios...), que produce el 21% del total (76.359 tn), y por último la industria, con bajo peso en Cáceres, que apenas representa el 11,5% (43.579 tn).

Este detallado informe también revela cuáles son las fuentes energéticas más tóxicas para el medio ambiente en Cáceres, comenzando por el gasóleo, muy utilizado en el transporte, que emite 172.000 tn anuales de CO2, seguido de la electricidad (135.367 tn), la gasolina (24.516 tn) y el gas natural (21.450 tn). Pero además, el estudio recoge datos tan interesantes cómo las 12.500 tn de CO2 que se evitaron en 2017 en Cáceres, gracias al uso creciente de energías renovables. De hecho, la producción de electricidad a través de fotovoltaicas en la ciudad ya ahorra un 3,8% de las emisiones.

De todos modos, las energías tradicionales siguen siendo las más utilizadas con mucha diferencia. Así, del 1,2 millones de kilovatios/hora de energía (medida utilizada en el informe) que consumieron los cacereños durante 2017, más de 800.000 procedían de los productos derivados del petróleo, 300.000 de la electricidad, 106.000 del gas natural y solo 69.900 de renovables.

Existe por tanto la necesidad de cambiar este esquema y reducir los gases tóxicos, «pero no por la vía de recortar la actividad, sino de lograr mayor eficiencia y rendimiento», subraya la concejala Montaña Jiménez. A ello sin duda ayudan los importantes avances constructivos, que permiten aislar las casas del frío y del calor, y también los perfeccionados sistemas de climatización. Aun así, no se trata de un objetivo sencillo en ciudades como Cáceres, donde existe una diferencia extrema de temperaturas que convierte a las viviendas en el segundo sector que más contamina.

De cumplirse los objetivos, el municipio bajaría en 2030 de 371 tn a 285 tn de CO2 anuales. Hay datos para la esperanza. Por ejemplo, los hogares ya toman el 18% de la energía que precisan de fuentes renovables.