El portavoz del Gobierno local, Andrés Licerán, ha precisado que los vertidos procedentes del nuevo hospital de Cáceres “no son tóxicos" ni suponen ningún riesgo, pues "solo se vierte agua limpia o con algo de suciedad que se arrastra de la propia tubería”.

Licerán ha insistido en que desde el pasado 4 de octubre está solucionado el problema de los vertidos de aguas negras, "que nunca fueron tóxicos ni supusieron un riesgo para la salud, ni se ha contaminado el Guadiloba ni ninguna de las burradas que hemos escuchado esta semana”, en referencia a la denuncia que el PP interpuso en el Seprona.

Preguntado acerca de las licencias municipales necesarias para el complejo hospitalario, el alcalde, Luis Salaya, que se ha sumado posteriormente a la rueda de prensa ofrecida tras la Junta local de Gobierno, ha precisado que el ayuntamiento otorgó una licencia de apertura al centro “condicionada” a futuros arreglos y remates aun por realizar.

“Es como si fuera un permiso previo, condicionado a realizar mejoras”, ha aclarado Salaya, quien ha matizado que cuando el ayuntamiento realizó la inspección técnica al centro antes de otorgar ese permiso “no desmonta el hospital para analizar sus canalizaciones y no se puede saber si el tren de lavado está conectado correctamente”.

Además, el alcalde ha manifestado que el PP “denuncia una situación que ya se ha corregido; era innecesario”.

Por último y preguntado acerca de si hay otras actuaciones de las que se deriven vertidos en la ciudad, Licerán ha dicho que no les consta.