No hay mal que cien años dure ni calle del centro que no se acabe peatonalizando. Las medidas de seguridad y de movilidad a causa del covid-19 van a anticipar la peatonalización forzada y cortes del tráfico en áreas del centro de Cáceres y la supresión de estacionamientos. No será un experimento con gaseosa, sino el mejor ensayo para decisiones que ya no tienen que ser a largo plazo, sino a medio para pensar en un modelo de ciudad más habitable. Con más peatones, menos coches y más parkings. Es una oportunidad de oro.

De momento el alcalde ya ha puesto la venda. El viernes recordó que las medidas son temporales, que son por razones de seguridad y pidió paciencia a los vecinos. Luego puede abrirse la herida con las quejas, que siempre las hay. Esta es una ciudad alérgica a lo nuevo. Los grandes males que se auguran mientras está levantada una calle se convierten al final en beneficios.

Las medidas de peatonalización, de cortes del tráfico y de supresión de aparcamientos anunciadas el viernes están en la línea de las que desde 2014 se marcan en el plan integral de movilidad urbana sostenible e incluso van más allá. Las calles son las que son. Así Clavellinas, San Antón, Parras y obispo Galarza se convertirán desde el lunes en peatonales. En el plan solo en la primera se elimina totalmente el tráfico, en las restantes se limita la circulación. En Virgen de la Montaña y en la avenida de Portugal se reordenan los aparcamientos, en una intervención menor que la propuesta en el plan de 2014. Y se cortarán al tráfico la avenida de España, los impares de Primo de Rivera, Gómez Becerra y Hermandad. En la avenida de España solo se deja abierto el carril paralelo a Calvo Sotelo que conecta con Alfonso IX.

El último intento de transformar la avenida de España se remonta a hace más de una década, cuando se pensó que el aparcamiento en el subsuelo de Primo de Rivera podría tener un ramal debajo de los pares de la avenida de España, pero se rechazó tras la queja vecinal. El plan de 2014 centra la intervención en el tramo de la avenida que está junto a Calvo Sotelo. Ahora se actúa en todo su trazado (lo único que no queda claro es cómo se garantiza el acceso al aparcamiento público de la galería comercial).

El cambio del paseo de Cánovas y de Calvo Sotelo y de la avenida de España es una asignatura pendiente de los gobiernos locales desde hace una década. No es una prioridad porque ahora la disposición de los fondos tiene otros objetivos, pero el cierre al tráfico que se inicia hoy en la avenida será una oportunidad para sacar conclusiones de cómo hacerlo.

El inconveniente sigue siendo que no hay suficiente oferta de plazas de párking. En la última década solo se ha afrontado Primo de Rivera. Ha habido muchos intentos en los treinta últimos años (José Luis Cotallo-Hernán Cortés, plaza de Noruega, Rodríguez de Ledesma, avenida de Portugal, plaza Marrón, Virgen de Guadalupe...). Esa falta de estacionamiento alternativo para poder peatonalizar espacios sí va camino de convertirse en un mal que dure cien años.