Juntos reúnen diez estrellas Michelín. Sus restaurantes atesoran prestigio y se han convertido en escuelas para jóvenes cocineros. Juan Mari Arzak (restaurante Arzak, tres estrellas), Joan Roca (El Celler de Can Roca, tres), Ramón Freixa (restaurante Ramón Freixa, dos) y Toño Pérez (Atrio, dos) coincidieron ayer en la apertura de las jornadas gastronómicas iberoamericanas que, organizadas por la Fundación San Benito de Alcántara, abordarán hoy en la capital cacereña la cocina como lazo de unión entre España y los países iberoamericanos.

"Del mestizaje de los conquistadores españoles en América también salió un tipode cocina", reflexionó Arzak, que alabó el crecimiento experimentado por la extremeña, de la que destacó la calidad de los productos que utiliza. El cocinero citó, entre sus preferidos, las tortas de la Serena y Casar y las verduras de la región.

A sus 68 años y convencido de que morirá en su restaurante, Arzak se mostró partidario de "hacer una cocina de investigación, pero no utilizando el restaurante al que van los clientes". Directo en los mensajes, vaticinó que dentro de diez años la gastronomía "seguirá evolucionando" y marcó una línea entre la cultura culinaria española y la de otros países "por una historia de años que nos distingue".

Con la segunda estrella Michelín lograda el año pasado en su establecimiento de Madrid, el catalán Ramón Freixa recordó que sin la patata o el tomate que llegaron de América platos como el pan tumaca o la tortilla de patatas y cebolla no serían posibles. Amante "de la cultura del cerdo ibérico", el cocinero reconoció que ha utilizado productos que van más allá del jamón y la paletilla. "Una buena pluma o una presa, que antes eran desconocidas, son un festival", precisó.

En la misma dirección apuntó Toño Pérez, del hotel Atrio, que anoche actuó como anfitrión de sus colegas a los que, dijo, le une "amistad y profesión". De la variedad de productos que llegaron del otro lado del Atlántico, añadió, se han enriquecido los fogones nacionales con nuevos platos. De esos ingredientes, su talento y la formación recibida, lograron diez estrellas con las que han subido al olimpo de la cocina internacional.