El cuartel Infanta Isabel comenzó a construirse a principios de los años 20. Durante décadas, miles y miles de soldados de todo el país pasaron por sus dependencias y siempre fue un símbolo de la importante y nutrida presencia militar en la ciudad. La expansión de Cáceres hacia el norte ha acabado integrándolo en el tejido urbano y miles de vehículos transitan cada día a escasos metros de sus muros. No obstante, el edificio ha seguido siendo un gran desconocido para muchos ciudadanos debido a sus tareas militares específicas. Ahora, la Subdelegación de Defensa ha decidido abrir las puertas a las actividades culturales y didácticas de distintos colectivos, y además ha habilitado una sencilla pero cómoda sala de actos para hacerlo posible.

El coronel Enrique Martín Bernardi, nombrado hace seis meses subdelegado de Defensa en Cáceres, está impulsando la apertura del edificio a la ciudad, con la que se siente estrechamente vinculado desde que llegó en 2011 para ponerse al frente del Cefot nº 1, procedente de las unidades más exigentes del Ejército. Y además, esta nueva etapa coincide con el XX aniversario del cuartel como sede de la Subdelegación de Defensa.

La Asociación Amigos del CIR y la Asociación Cultural Filatélica y Numismática ya han celebrado una charla en la nueva sala de conferencias acondicionada en la planta baja, con capacidad para un centenar de personas, puesto que el edificio tiene mucho espacio disponible al reducirse el personal hasta una decena de militares y civiles. Otra estancia que albergaba el antiguo despacho del responsable de reclutamiento también se habilitará como sala de exposiciones. Dichas instalaciones se hacen extensivas a todas las asociaciones que deseen compartir contenidos con el resto de ciudadanos.

De hecho, en este espacio se celebrarán los principales actos del XX aniversario de la Subdelegación de Defensa el próximo mes de febrero, con un evento conmemorativo, una amplia exposición cedida desde la Subdirección General de Publicaciones del Ministerio de Defensa sobre la evolución de las Fuerzas Armadas, un ciclo de conferencias relativas al papel de este cuartel a lo largo de la historia, y, si se cierran en esa fecha, la presentación de un libro sobre la trayectoria del Infanta Isabel en el que colaboran diversos militares junto con el responsable del Archivo Histórico Municipal, Fernando Jiménez Berrocal, y la profesora universitaria Teresa Terrón

Además, el Ejército seguirá manteniendo el Palacio de las Cigüeñas como sede de las numerosas exposiciones que se suceden durante el año, en este caso organizadas desde el Cefot.

Todo ello en cumplimiento de la misión fundamental de Defensa: asistir a la administración militar en las provincias y comunidades autónomas (información al ciudadano en todas las áreas defensa; reclutamiento; convocatorias a oficiales, suboficiales y tropas; y atención a los retirados, al personal en la reserva o sin destino), así como promover la cultura de Defensa y transmitir sus cometidos, es decir, fomentar el conocimiento de sus tareas en la sociedad, "una labor que aquí resulta fácil porque la población extremeña es muy afín", explica Martín Bernardi.

MAS LAZOS Precisamente en esta función se enmarca la apertura del cuartel a los ciudadanos, pero además la subdelegación estrecha lazos con la población por otras vías: relaciones con las instituciones, con las distintas asociaciones y con los colegios profesionales, pero también conferencias en las aulas de ESO y Bachillerato (este año se han impartido charlas a mil alumnos de una veintena de centros cacereños), jornadas de seguridad y defensa en la universidad, fomento de las prácticas de alumnos y de los trabajos de investigación en el marco de Defensa, foros sobre historia militar...

Todo ello enfocado a transmitir el sentido y el cometido de las Fuerzas Armadas, que durante décadas tuvieron su principal presencia, en el caso de Cáceres, justamente en el cuartel Infanta Isabel. Comenzó a construirse en 1920 en el llamado cerro del Teso y albergó desde 1924 al Regimiento Segovia 75 y después al Regimiento Argel 27. No era una instalación militar más, sino la confirmación de que Cáceres tenía por fin una guarnición permanente, un avance muy significativo para una ciudad en aquellos tiempos. Su nombre, Infanta Isabel, obedeció a que fue la prima del rey Alfonso XIII quien ejerció de madrina de la bandera que los cacereños entregaron al regimiento.

El cuartel compartió destino con Cáceres a lo largo de los años, incluso protagonizó algunos hechos que han quedado en las crónicas, como la salida desde su interior de un Batallón del Regimiento de Argel nº 27 aquel 19 de julio del año 1936, al mando del comandante Linos Lage, con música y bandera republicana tras conocerse la sublevación militar en Africa.

El centro, con capacidad para 2.000 soldados, se amplió en los años cincuenta y a mediados de los 70 se transformó en el C.I.R. nº 3, luego C.I.R. Centro, compartiendo sede con el Campamento de Santa Ana, abierto el 9 de diciembre de 1964. A finales de los 80 dejó de servir para tal cometido y todos los militares se trasladaron a la base de Santa Ana, de modo que el cuartel Infanta Isabel se fue quedando sin uso. Por ello fue contemplado en el Plan General de Ordenación Urbana de 1998 con dos áreas de reparto: por un lado el Edificio de Mando, y por otro varias instalaciones cuyos terrenos fueron vendidos en el año 2000 por el Ministerio de Defensa en subasta pública, y cuyo precio osciló en torno a los 9 millones de euros. Serprogesa se quedó con la propiedad.

LAS EXCAVADORAS El 15 de enero del 2003 entraron las excavadoras en este terreno y comenzaron el derribo de los edificios auxiliares y de todos los barracones. Pronto darían paso a un residencial de 8,9 hectáreas con más de 350 viviendas. Solo se libró el edificio principal con su parcela circundante, ya convertido en sede de la Subdelega-