La noticia tiene pocos precedentes en Cáceres, donde no abundan precisamente las bandas organizadas. El Cuerpo Nacional de Policía ha desarticulado un supuesto grupo criminal formado por cacereños y dedicado al tráfico de drogas y blanqueo de capitales. En la operación Pardillo se ha detenido a 12 personas de las que cuatro están ya en prisión y el resto en libertad con fianza. A ellos se suman cuatro arrestados en el último año y medio, cuando la policía comenzó a tirar del hilo de esta trama. Tienen propiedades inmobiliarias, coches de alta gama y sus bienes calculados hasta el momento superan el millón de euros. Además, en los registros se intervinieron estupefacientes y armas simuladas.

La banda, en la que nueve miembros pertenecen a la misma familia (cuatro son mujeres), traía la droga de países sudamericanos para distribuirla en Cáceres y su zona de influencia. El mercado del menudeo les había reportado ingresos para adquirir dos viviendas y un chalet en el centro cacereño, un apartamento en la playa de Almería, 14 parcelas en La Vera, una finca de 5 hectáreas en el Pradillo de Cáceres (con dos lujosos chalets y una gran piscina), diez vehículos de alta gama, varias motocicletas tipo KTM y dos vehículos históricos restaurados.

Además, los agentes se han incautado de 10.000 euros en efectivo, 27 teléfonos móviles (algunos de última tecnología), 13 televisores LED, nueve ordenadores portátiles, tres armas cortas simuladas, una escopeta de caza y una placa policial falsa.

Por todo ello han sido detenidos como presuntos autores de un delito contra la salud pública, blanqueo de capitales, pertenencia a organización criminal, falsificación de moneda, delitos contra las personas y delito contra la seguridad del tráfico, ya que uno de ellos, en su huida, alcanzó los 230 km/h en autovía.

ALGUNOS COBRABAN PARO La investigación, en colaboración con la Unidad de Vigilancia Aduanera, se inició hace más de un año al detectar que un vecino de Cáceres, ya conocido por la policía, lideraba un grupo que estaba haciendo de las drogas su modo de vida. Ninguno tenía trabajo, incluso algunos cobraban el paro, "y sin embargo llevaban un tren de vida alto", explicó ayer el delegado del Gobierno, Germán López Iglesias, durante su comparecencia en comisaría junto con la subdelegada del Gobierno, Jerónima Sayagués, el Jefe de Policía de Extremadura, Miguel García Izquierdo, y el comisario provincial, Luis Ochagavía.

Los investigadores fueron identificando a los integrantes del grupo y sus funciones: el cabecilla ejercía de líder, cerraba los negocios, controlaba la compra y la venta al por menor y el blanqueo de dinero, poniendo las propiedades a distintos nombres para no levantar sospechas por su enriquecimiento. Otros se encargaban de la venta o la custodia de la droga. También pagaban a sicarios para amenazar y agredir a quienes no pagaban.

En una primera operación se detuvo a un correo en el aeropuerto de Barajas, cuando volvía de Venezuela con 2,3 kilos de coca. En una segunda, el pasado noviembre, se arrestó a tres personas al desmantelar un laboratorio clandestino de estupefacientes en Mejostilla, donde había más de kilo y medio de cocaína en roca dispuesta para su venta, además de varios litros de acetona y amoniaco, planchas, prensas y utensilios para la elaboración. Los detenidos han sido condenados a entre 2 y 4 años cárcel.

Las investigaciones continuaron para identificar a la totalidad del grupo y detectar las cuentas bancarias, vehículos, negocios e inmuebles. Obtenidas las pruebas e indicios necesarios, se procedió entre el 29 y 30 de mayo a su detención en domicilios próximos a la comisaría, en vehículos y en otros lugares.

Además, los registros dieron como resultado la incautación de 20 gramos de coca, 30 plantas de marihuana, 150 gramos de marihuana en cogollos, 150 gramos de hachís en bellotas y 16 kilos de sustancia de corte (principalmente ácido bórico). Según el comisario, se ha eliminado un foco "bastante importante" de menudeo en Cáceres.