Los dos locales de la plaza de San Jorge de Cáceres, de propiedad municipal, ya han quedado vacíos y cerrados tras el desahucio de la inquilina que regentaba una tienda de recuerdos, que ha estado ubicada en este sitio durante 49 años.

Alrededor de las once de la mañana un secretario judicial ha comunicado a la inquilina, Ana Belén Garrido, que debía entregarle las llaves, a lo que ha accedido sin que se hayan producido incidentes. Un grupo de ciudadanos ha mostrado su apoyo a Garrido mientras en la plaza de Santa María permanecían aparcados varios coches policiales por si tenía lugar algún altercado, aunque no ha sido necesaria su intervención.

Ahora, de las puertas cerradas de los dos locales penden sendos carteles que ha colgado la antigua inquilina, en uno de los cuales arremete contra el ayuntamiento y la alcaldesa de la ciudad, Elena Nevado, a la que acusa de "desfavorecer al ciudadano de a pie" en beneficio de la Fundación Mercedes Calles y Carlos Ballestero (FMCCB), que regenta la cafetería aneja y que, presumiblemente, se quedará con los dos locales para ampliar el negocio de hostelería.

Asimismo, critica a la fundación por "carecer" de "valores, humanidad y empatía" al "encapricharse" de los dos locales y provocar esta situación que, según dice Garrido, la ha dejado sin su medio de vida y la ha abocado al paro.

Como se recordará que todo empezó en el año 2014 cuando el ayuntamiento comunicó a la inquilina de esta tienda de 'souvenirs' que no iba a renovar el contrato. La situación entró en vía judicial porque Garrido reclamó su derecho a continuar con el alquiler y el juzgado, en primera instancia, paralizó el desahucio y le reconoció el derecho de tanteo, es decir, que antes de poner los locales en alquiler tenía que ofrecérselos a ella.

El ayuntamiento recurrió este fallo y la Audiencia Provincial ordenó el desahucio, aunque esta sentencia no es firme porque la interesada ha recurrido al Tribunal Supremo. No obstante, la Audiencia Provincial ha ordenado el desalojo forzoso porque lo ha pedido el ayuntamiento, un hecho que se ha producido este lunes.

Ana Belén Garrido heredó el negocio de su madre en el año 2006, el cual llevaba abierto desde 1969. Ahora, a la espera de la sentencia firme ha colgado en sus puertas el cartel de 'cerrado' en pleno corazón del casco antiguo cacereño.