La 34ª edición del Festival de Teatro Clásico de Alcántara llega a su fin tras una semana en la que los clásicos han convivido con unas innovadoras adaptaciones, además de numerosas actividades paralelas. Fernando de Luis-Orueta, de La Tropa produce y director de esta edición, hace balance del festival, que baja el telón esta noche con Casa O’Rei.

-¿Ha cumplido esta edición las expectativas que tenía?

-Todavía es pronto para saberlo, ya que no tenemos datos concretos de audiencia y falta la función de hoy. Pero estamos muy contentos con la acogida general, tanto de la gente de Alcántara como la de fuera, que ha venido bastante.

-¿Han tenido éxito las actividades paralelas del programa?

-Sin duda. La ola de calor ha hecho que eventos como el mercado se hayan resentido un poco, pero luego, por la noche, las actividades han estado en plena ebullición. Estamos muy contentos, por ejemplo, con el recital de música del primer día, ya que vinieron unas 200 personas; Voyeur (una comedia sexual), el sábado por la noche, estuvo completa y había una lista de espera que duplicaba el aforo. Así que la acogida en general está siendo muy buena.

-¿Qué opinión tiene sobre este tipo de festivales?

-Me emociona que un pueblo como Alcántara decidiera a través de un referéndum hace unos años que sus fiestas sean un festival de teatro. Ha surgido de la iniciativa del propio pueblo, no de la administración, y creo que eso distingue al festival positivamente.

-¿Este tipo de eventos acerca el teatro a la gente de la región?

-Ése es, sin duda, uno de los objetivos del festival. Cuando configuramos la programación teníamos esa idea, hemos querido traer una variedad de propuestas que tienen diferentes formas de abordar el teatro clásico. Ha habido propuestas radicales, más clásicas, reescrituras… Es muy bonito cuando te avisan de que van a traer autobuses de otros pueblos con gente que viene al festival. Como director siento que una parte de la labor está cumplida, y es muy satisfactorio. Además, este festival tiene precios muy populares en las entradas, lo que también ayuda a acercar la cultura a la gente.

-¿Lleva mucho trabajo organizar este tipo de eventos?

-El trabajo realmente es inacabable, nosotros comenzamos a trabajar en abril, pero podríamos haber estado un año o dos perfectamente. Ha sido una labor muy intensa porque, aparte de todas las actividades paralelas, lleva mucho tiempo analizar todas las propuestas escénicas que nos interesan. Pero, por otro lado, es bonito ver cómo se construye todo el festival.

-¿Continuará como director el año que viene?

-No sabemos, el concurso se sacó solo por un año, así que más adelante tendrá que volver a salir para el que viene. Si las condiciones son similares a este año, nos presentaremos, porque estamos muy contentos con esta edición, hemos aprendido mucho, y nos gustaría volver a aplicar todo lo que hemos aprendido.