La han disfrazado en Carnaval, le han colocado gorritos de Papá Noel en Navidad, rastas en Womad, capirotes en Semana Santa, lazos violeta contra la violencia machista, la bandera del movimiento LGTBI, el lazo en defensa del Cefot... Cualquier movimiento ciudadano ha tenido en Leoncia su altavoz. Este jueves, la célebre escultura ha regresado a su ubicación tradicional en la plaza de San Juan tras ser reparada. Le colocaron unas vallas protectoras que no han tardado en utilizarse como reclamo de la campaña en defensa de la retirada de la Cruz de los Caídos.

La pegatina dice textualmente ‘Retirada inmediata de la Cruz de los Caídos de Cáceres’ y forma parte de una campaña que promueve el PCE y las Juventudes Comunistas. Media ciudad está inundada de ellas, pueden verse a las puertas de organismos públicos, de farolas y marquesinas del autobús. Y también, cómo era de esperar, a los pies de Leoncia, la efigie que colocó El Periódico Extremadura a propósito del 75 aniversario de su fundación en homenaje a la que fue su última vocera, la última mujer que vendió en la calle este diario, justo en el lugar donde está ubicada esta figura, obra del escultor villanovense, José Antonio Calderón ‘Silos’, que ayer estuvo presente en la reposición.

Montaje

MontajeHa sido en torno a las 09.30 horas de este jueves cuando los operarios comenzaron el montaje, que se ha realizado con algunos curiosos que no quisieron perderse el momento y lo inmortalizaron en sus teléfonos móviles. La estatua fue retirada el pasado 1 de septiembre tras los actos vandálicos que había sufrido. De hecho la efigie estaba vallada después de que en marzo fuera objeto de una agresión que quebró la estructura de su base.

También el pasado mes de julio apareció con una pintada en la frente. Desde entonces, el ayuntamiento, tras contactar con el artista que diseñó la pieza se encontraba a la espera para abordar su reparación.

Nacida en 1903 en Valencia de Alcántara y abandonada a las puertas de una iglesia, Leoncia Gómez Galán trabajó como empleada de hogar en la casa del abogado don Felipe Álvarez de Uribarri. Un día, Germán Sellers de Paz , entonces director de El Periódico Extremadura, le propuso a Álvarez que Leoncia vendiera por las calles el diario, y ella aceptó encantada. Estuvo la paciente Leoncia durante nueve años voceando el periódico decano de la prensa regional. El dinero que ganaba, aunque poquito, suponía una ayuda para vivir y para pagar una habitación que tenía arrendada en el barrio de Busquet.

Voceó Leoncia el Extremadura entre los años 1966 y 1975, deseando que se publicara una de esas noticias sensacionales que aumentaran la tirada y, con ella, su liquidación. De manera que Leoncia compartió el ocio de la jubilación voceando «Extremaduraaaaaaaa...» al final de la calle Pintores, junto a la plaza de San Juan. Y en ese sitio, la infatigable vendedora ofrecía el periódico, mostraba sus noticias, sus fotografías más originales o la lista completa de la lotería.

En aquel escenario de San Juan, donde los muchachos jugaban sin problemas de tráfico, se movía con elegancia Leoncia, que tenía cierto aire distinguido y característica nariz borbónica. Desde ayer está por fin en casa.