Descartada ya la procesión de Bajada de la Virgen de la Montaña para el próximo mes de abril (solo un milagro podría hacer que el covid desapareciera en tres meses y se permitieran grandes concentraciones de público), la cofradía de la patrona de Cáceres trabaja en buscar alternativas para que los cacereños puedan honrar a la talla durante esos nueve días.

Según ha podido saber este diario, la junta de gobierno de la hermandad baraja varias opciones, entre ellas un mini novenario anti covid que consistiría en sacar del camarín a la imagen y colocarla sobre las andas en el altar mayor del santuario.

Hasta allí se podrían acercar los fieles para contemplar más de cerca a la Virgen, siempre guardando el protocolo que marcara en este caso el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. En 2020 la Montaña no pudo cumplir con la tradición debido a la pandemia, se barajó entonces la posibilidad de retrasar la procesión a octubre, algo que finalmente tuvo que descartarse.

El próximo 20 de enero está prevista la celebración de una reunión de la junta de gobierno. También mantendrán un encuentro con el administrador diocesano, Diego Zambrano, para tratar de que alguna actividad, por mínima que sea, pueda desarrollarse en Santa María.

Precisamente, en la edición de ayer de este diario, el mayordomo de la cofradía, Juan Carlos Fernández Rincón, alertó del problema de financiación que está sufriendo la hermandad de la patrona de Cáceres. En un comunicado oficial habló incluso de «un deterioro más que considerable» en su situación económica, «ya que algunos gastos -dijo- son difíciles de soportar sin los ingresos que produce el novenario anual durante la bajada de la imagen a la ciudad».

De momento, cerrarán en días alternos el santuario y han anunciado un medio erte al ermitaño. Por otro lado, los miembros del equipo de fútbol del colegio San José ha decidido inscribirse como hermanos.